Habitante_parla, aunque probablemente no todos los talleres de las más conocidas marcas de automóvil suelen actuar así, tengo que decir que la mayoría de ellos tienen la costumbre de ganar más dinero de lo que les correspondería si las reparaciones y los mantenimientos fueran honestos. A esto hay que añadir que los precios unitarios de mano de obra y recambios y accesorios son más elevados simplemente por ser servicio oficial.
Pero lo peor de todo es el incumplimiento sistemático de las garantías. En España por Ley, todos los vehículos tienen dos años de garantía pero muchos servicios oficiales, en connivencia con la casa matriz, incumplen la garantía con las dos famosas excusas de las piezas o elementos sometidos a desgaste y los mantenimientos que, aún siendo perfectamente legales, no han sido efectuados en talleres oficiales.
Cuando una avería afecta a frenos, embrague, dirección, motor, neumáticos, elementos móviles, etc. y no es consecuencia del desgaste normal ni puede demostrarse que exista negligencia en el uso o la conducción, la reparación siempre debería estar incluida en la garantía pero muchas marcas han decidido paliar la crisis saltandose la Ley y negandose a reparar los elementos defectuosos salvo que lo pague el usuario. Para ellos es muy fácil decir al cliente respecto a cualquier avería "que se trata de una pieza de desgaste no incluida en la garantía".
También está a la orden del día incumplir la garantía con la excusa de que el mantenimiento periódico marcado por el fabricante no se ha hecho en servicio oficial, sin demostrar al cliente la existencia de repuestos no originales o mantenimiento defectuoso.
Todo ello deja al usuario en una situación de auténtica indefensión al tener que recurrir a los tribunales con la inseguridad, gastos, pérdida de tiempo y problemas variados que ello conlleva (no hace falta recalcar como está la Justicia en España) y siempre en una clara situación de inferioridad. Ni qué decir tiene que la fuerza ejercida en el sistema por las asociaciones de consumidores y usuarios es ínfima y que los mecanismos extrajudiciales de solución de conflictos son mayoritariamente una pérdida de tiempo y una tomadura de pelo al usuario o consumidor agraviado.
Respecto a su problema concreto, todos los que acudimos a los talleres por una avería, que vamos a pagar de nuestro bolsillo, deberíamos solicitar siempre el presupuesto previo que el taller está obligado a confeccionar. Después podemos elegir entre aceptarlo o no aceptarlo, pagando el coste del diagnóstico y marchándonos en el último caso. Si lo aceptamos, podemos exigir que se atengan a ese presupuesto dado y si nos lo quieren aumentar, siempre podemos negarnos diciéndoles que el presupuesto que se ha aceptado es el inicial y que si el diagnóstico es erróneo, es su problema. En caso de intuir una clara estafa se les puede decir que vuelvan a dejar el vehículo en su estado anterior y que se lo devuelvan. La verdad es que cuando tienen el coche en su poder estamos en sus manos pero al no haber pagado todavía, siempre queda algo de fuerza al menos para intentar negociar la "clavada".
Un saludo y suerte.