Esta es la solución que da el alcalde socialista de Parla, José María Fraile, a la situación que viven los vecinos de los pisos municipales de la calle Toledo 15 ante la okupación de viviendas.
Un medio de comunicación se hace eco de una reunión grabada entre el alcalde socialista, José María Fraile, y la empresa que gestiona las viviendas.
LA RAZÓN
El método Fraile: matones anti «okupas»
Los dueños de los pisos del Plan Municipal de Parla acusan al alcalde de desentenderse de sus «okupas». Denuncian que Fraile sólo les propuso mandar a unos «checoslovacos» para «partir la cara» a los ilegales del edificio
Madrid. Hoy volverá a mandar a técnicos municipales para revisar desperfectos en los edificios y, de nuevo, Unifo S. A. –la propietaria de los mismos– les impedirá el paso porque aseguran que sólo podrían entrar en caso de que el Ayuntamiento resolviera el contrato, algo que aún no ha ocurrido. La guerra entre el alcalde de Parla, José María Fraile, y los responsables de la empresa adjudicataria del Plan Municipal de la Vivienda viene de lejos y va para largo. El problema de «okupación» e inseguridad que sufren los vecinos del número 15 de la calle Toledo de Parla ha sido el detonante para que sus enfrentamientos internos se hagan públicos. A pesar de que conoce perfectamente lo que ocurre en la promoción desde hace más de un mes, José María Fraile decidió el pasado miércoles –justo el mismo día en el que algunos medios de comunicación dimos a conocer este problema– iniciar los trámites para retirar la concesión a Unifo. Eso, después de establecer un cuestionado sistema de vigilancia policial, que consistía en llamar puerta por puerta para comprobar quién no debía vivir allí. «El “okupa” no les va a abrir la puerta», se quejaban los vecinos «legales».
El paso dado por el primer edil parleño de amenaza de rescisión de contrato ha empujado a la empresa a abrir un cajón del que ha salido de todo y nada deja muy bien parado a Fraile. El acuerdo entre la Administración y la empresa consistía en que el Ayuntamiento debe proporcionar expedientes (adjudicatarios que cumplan los requisitos de renta baja, no tener otra vivienda en propiedad, etc.) a Unifo y éstos adjudicaban al vecino en cuestión una vivienda en la promoción de la calle Toledo. Los 220 euros de alquiler (en viviendas de un dormitorio) o 240 (dos dormitorios) se los queda la empresa, que tiene la concesión de explotación. El problema, según Unifo, es que el Ayuntamiento ha dejado de pasarles expedientes y por eso las viviendas se han ido ocupando de forma ilegal.
Lucro cesante
Un problema cuya prevención idónea es que los pisos estén llenos. «Nosotros somos los primeros interesados en que las viviendas estén ocupadas y así poder cobrar los 220 euros de alquiler», explican desde la sociedad. En este sentido, el pasado día 19 presentaron en el Registro Municipal una reclamación de casi 200.000 euros por lucro cesante, es decir, por todo el dinero que han dejado de ingresar en este tiempo al no tener inquilinos a los que cobrar. Además, los responsables de Unifo aseguran que el Consistorio les debe unos 75.000 euros y que se han reunido en varias ocasiones con el primer edil y con la directora de la Oficina Municipal de la Vivienda, Ana Blázquez, y no les han recibido en un tono muy cordial.
Uno de esos encuentros se produjo el pasado 20 de diciembre y fue grabado. En la cinta, Fraile dice a las claras que el problema de «okupación» no le interesa demasiado: «Ése es tu puto problema», espeta el primer edil al responsable de la sociedad. Mientras la empresa trata de hacer entender al alcalde que la mejor medida preventiva es que los pisos estén ocupados de forma legal, Fraile acaba aconsejándoles que recurran a la seguridad privada. «Yo pondría a un tío con pistola», dice el primer edil en un momento dado. Al respecto, los empresarios le explican que, aunque la promoción sea suya se trata de un problema del municipio y, por tanto, le requieren la presencia de la Policía Municipal en las inmediaciones. «A mí no me pidas que mi Policía se meta en un lío. Eso, coged seguridad privada o matones checoslovacos y que les partan la cara, no te jode», responde Fraile.
La reunión de negocios se mantiene durante casi una hora en el mismo tono. En otro momento de la conversación, cuando los responsables de Unifo le recuerdan que en la promoción de la calle Toledo, 15 hay muchos niños sin escolarizar, el primer edil parleño no parece inmutarse. «A mí me importan un huevo los niños», asegura. Y es que, la preocupación de Fraile es, básicamente, instalar aires acondicionados en la promoción de la calle Fuenlabrada, donde los vecinos adjudicatarios colgaron el año pasado pancartas quejándose del mal sistema de aislamiento. Pero Unifo alega no ser responsable de ese problema.
Mientras tanto, la «okupación» en la calle Toledo sigue creciendo. La mayor parte de las once familias que se han instalado de forma ilegal son de etnia gitana y siguen llegando más. «Como ven que no pasa nada, llaman a más conocidos en su misma situación», aseguran los vecinos de la promoción. Incluso dicen que es un pastor evangelista quien advierten a sus fieles de que hay pisos libres en este edificio.
«Si me arreglas los aires, te doy el dinero»
A José María Fraile le importan «un huevo» los niños sin escolarizar y los «okupas» de la calle Toledo. Al alcalde de Parla parece que sólo le preocupan las pancartas que colgaban de los edificios de la calle Fuenlabrada (de la misma promoción) quejándose del mal sistema de aislamiento que tenían. Un problema que en Unifo dicen no tener por qué solucionar ellos. «En el pliego nos venían impuestos los arquitectos y el diseño del edificio; nosotros sólo ejecutamos el proyecto y, tras un estudio de eficiencia energética, se determinó que el problema de aislamiento del edificio se debe a un error en el cálculo del proyecto». No obstante, hablando del dinero que el Ayuntamiento debe a la empresa, Fraile asegura en la conversación al responsable de Unifo que, si se compromete por escrito a que el dinero se lo va a gastar en poner los aires acondicionados en la promoción de la calle Fuenlabrada, dos días después, le dan lo que le deben. «El día 22 lo tienes», afirmó Fraile sin titubear. Lógicamente, no hubo acuerdo.