Sacyr gana el concurso del hospital de Parla por 414 millones
Sacyr Vallehermoso afinó en la oferta y se llevó el concurso. El Gobierno de Esperanza Aguirre le adjudicó ayer la construcción y explotación del hospital de Parla, el segundo de los ocho que planea inaugurar esta legislatura bajo el modelo británico, inédito en España. Pagará a la empresa 414 millones en 30 años.
S. R. Arenes - Madrid - 06/05/2005
Estaban todos los grandes (ACS a través de Dragados, Ferrovial, FCC y Acciona), además de OHL y San José distribuidos en varios consorcios y uno más formado por Ploder y Cajamar. Pero Sacyr ofreció el precio más bajo para la concesión del madrileño hospital de Parla, una oferta técnica completa y resultó ganadora.
Aunque el montante sólo puntuaba el 30% en el proyecto, ha sido un factor importante para que el Gobierno de Aguirre seleccionara la oferta, como ocurrirá en los otros seis hospitales que quedan por adjudicar, según fuentes del sector. Y Sacyr ha presentado para el de Parla una rebaja de aproximadamente el 26% sobre la media de ofertas de sus rivales.
En un sistema que no tiene precedentes en la red española de hospitales, la quinta constructora española se hará cargo de la financiación, construcción y explotación del hospital de Parla. Un contrato llave en mano por el que recibirá un canon anual de 13,792 millones del Ejecutivo regional durante los 30 años que dura la concesión.
Aunque antes tendrá que hacer una inversión inicial de 84,5 millones para acometer la edificación -que empezará dentro de aproximadamente un mes- y dotar a las instalaciones (80.000 metros cuadrados) del equipamiento básico. Estarán listas en 2007.
Darán servicio a 140.000 ciudadanos de los municipios del sur de la región y contará con 180 camas, ampliables a 246 en 2017, y nueve quirófanos. Atenderá 84.000 urgencias anuales, 326.000 consultas, albergará 60.100 estancias y realizará más de 7.100 intervenciones quirúrgicas. Son los datos de Sacyr.
Desembarco en el negocio
La constructora que preside Luis del Rivero presentó una oferta técnica respaldada por la actividad especializada de sus filiales. Sacyr se encargará de la construcción y Testa (división de patrimonios del grupo) buscará la financiación a través de préstamos bancarios y no se descarta una aportación en capital, que no dañará esencialmente el elevado nivel de deuda del grupo, señala un portavoz.
Por último, la parte que realmente supone desembarcar en un negocio nuevo, la gestión de los servicios no médicos del hospital, la llevará a cabo la filial Valoriza Facilities, especializada en mantenimiento de inmuebles. Esto incluye desde la seguridad, el catering o la limpieza hasta la gestión de almacenes, pasando por actividades tan lucrativas como la explotación de zonas comerciales.
Aguirre ha trasladado el modelo de concesiones en hospitales, importado del Reino Unido, para cumplir con su promesa estrella, construir en dos años ocho hospitales. Por este sistema las empresas anticipan la inversión. La gestión de los servicios médicos seguirá siendo pública.
ACS abrió la veda y ahora sigue la puja
El primer hospital que adjudicó el Gobierno madrileño de los ocho que prevé fue el de Majadahonda, en marzo. Dragados, junto con Bovis Lend Lease y Sufi, logró la concesión más rentable, 1.200 millones de euros en 30 años (40 millones anuales) por un centro de 878 camas. Sacyr ha logrado el segundo y también participa en el primero a través de la empresa de servicios Sufi, que compró el mes pasado.
Quedan ahora otros seis, en San Sebastián de los Reyes, Coslada, Vallecas, Arganda, Aranjuez y Valdemoro, este último de adjudicación municipal. En breve se otorgarán los tres primeros, según fuentes de la comunidad. Acciona tiene una buena posición para el de San Sebastián. Pero el negocio promete y todas las grandes constructoras están dispuestas a pujar para llevarse al menos un contrato.
http://www.cincodias.com/articulo/empresas/sacyr-gana-concurso-hospital-parla-414-millones/20050506cdscdiemp_5/
a comunidad de Madrid adjudica a Sacyr Vallehermoso la construcción y explotación del hospital de Parla
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha adjudicado la financiación, construcción y explotación del hospital de Parla al consorcio formado por Testa, Sacyr y Valoriza Facilities, del grupo Sacyr Vallehermoso (SyV).
La Consejería pagará un canon anual al grupo SyV de 13.792.400 euros (incluido IVA) durante los 30 años de vida de la concesión y el consorcio adjudicatario entregará el hospital llave en mano y proveerá una serie de servicios acordados mediante contrato y sujetos a estrictos exámenes de calidad. La inversión inicial que acometerá el consorcio adjudicatario ascenderá a 84,5 millones de euros (construcción y equipamiento básico).
La adjudicación incluye la financiación del centro hospitalario, que correrá a cargo de Testa (filial patrimonialista del grupo), la construcción del hospital que realizará Sacyr (filial de construcción) y los servicios no médicos (mantenimiento, seguridad, catering, limpieza, esterilización, gestión de residuos, lavandería, desinfección y desratización, gestión de almacenes, conservación de viales y jardines, explotación de zonas comerciales) que llevará a cabo Valoriza Facilities, empresa del grupo SyV especializada en mantenimiento integral de inmuebles.
El centro hospitalario, que está previsto entre en funcionamiento en 2007, tendrá una superficie total de casi 80.000 metros cuadrados con 180 camas y 9 quirófanos.
El hospital de Parla atenderá anualmente más de 84.000 urgencias y 326.000 consultas en 117 locales y gabinetes, realizará más de 7.100 intervenciones quirúrgicas y albergará 60.100 estancias.
Estas cifras podrían aumentar notablemente en el futuro, ya que la adjudicación incluye la posibilidad de una ampliación de 66 nuevas camas que entrarían en funcionamiento en el año 2017.
http://www.urbanoticias.com/noticias/hemeroteca/761_la-comunidad-de-madrid-adjudica-a-sacyr.shtml
DOSSIER
Los nuevos hospitales "públicos" de la Comunidad de Madrid son gestionados por empresas privadas
FCC y Cajamadrid gestionarán el hospital de Arganda, Sacyr Vallehermoso dirigirá los de Coslada y Parla, Dragados el de Majadahonda, Acciona el de San Sebastián de los Reyes, Apax Partners el de Valdemoro, Hispánica el de Aranjuez y Begar el de Vallecas.
El coste de un hospital por este sistema es entre 4 y 5 veces más caro que de la forma tradicional (el nuevo hospital de Vallecas cuesta alrededor de 107 millones de €, pero pagaremos más de 500 millones de €).
Como mínimo se pagará a las empresas alrededor de 160 millones de € durante el 2008 en concepto de alquiler (casi 30.000 millones de las antiguas pesetas), dinero que con toda seguridad se reducirá de los presupuestos sanitarios (gastos de los pacientes y sueldos y contratos de trabajadores), por lo que la asistencia se deteriorará aún más.
Las empresas propietarias esperan rentabilidades anuales del 15-25 % de lo invertido. Como ejemplo, en Gran Bretaña, un hospital de modelo similar al de Vallecas, el hospital universitario de Norfolk y Norwich, ha dado a los inversores privados unas rentabilidades del 70 % sobre la inversión original de los contratistas.
¿Y por qué hacen esta salvajada?
En España se observan intentos por avanzar en la privatización de un sistema sanitario que goza de gran aprecio internacional, precisamente por su universalidad, fácil accesibilidad y carácter equitativo.
Los políticos, mediante la introducción de nuevas formas de gestión empresarial, con la disculpa de innovar lo que en realidad buscan es poner por delante el ahorro, olvidando la calidad de la atención sanitaria.
Estas fórmulas facilitan la privatización de los hospitales, manteniendo la financiación con dinero público y olvidando que estas nuevas formas de gestión son modelos ya ensayados en el Reino Unido, donde han conseguido encarecer el funcionamiento de los hospitales hasta cuatro o cinco veces más que los del modelo tradicional.
En su campaña privatizadora juega un papel fundamental la estrategia de convencer a la opinión pública de las ineficiencias y problemas de funcionamiento del sistema sanitario público.
La falta de interés político por la Sanidad Pública se concreta en la masificación y en las listas de espera para intervenciones quirúrgicas, para las consultas de los especialistas, las pruebas diagnósticas y, mas recientemente, para los médicos generales y pediatras. Todo ello desde una política de premeditado descrédito de la Sanidad Pública , pues está claro que este es el primer paso para conseguir un apoyo ciudadano a su privatización.
La cesión de la gestión de los hospitales a empresas libera a las autoridades políticas de una gran carga económica y burocrática, pero deja la salud de los ciudadanos en manos de empresas cuyo objetivo es obtener beneficios económicos del servicio sanitario que van a proporcionar.
Los grandes perdedores de estos cambios que se avecinan serán los ciudadanos, porque la calidad de los servicios sanitarios empeorará, y porque los modelos privatizados tienen unos costes muy superiores. Los ciudadanos se podrían verse obligados a pagar para poder utilizar los centros asistenciales y, a la postre, una parte de la población, la más pobre y la más enferma, se vería excluida de los sistemas sanitarios.
El derecho a la protección de la salud dejaría de ser un derecho de todos los ciudadanos y pasaría a ser un privilegio para aquellos que puedan pagársela, dejando para los demás un modelo similar a la antigua beneficiencia.
Veamos en qué consiste la privatización encubierta de los nuevos hospitales:
Nuevos hospitales, ¿públicos o privados?
La apertura de los nuevos hospitales como Concesiones de Obra Pública, supone que la propiedad de los mismos pertenecerá a las empresas privadas concesionarias durante un período de 30 años, pagando la Comunidad un canon anual por su uso. En los Estados donde se ha aplicado este sistema ha quedado demostrado un aumento del coste de construcción y mantenimiento de los servicios, una pérdida del control publico sobre las infraestructuras y políticas sanitarias, y una caída de la calidad.
Los nuevos hospitales cuando pasen al sistema público después de 30 años de sobreexplotación y sin haber invertido en su mantenimiento -nadie invierte si sabe que cesa su concesión en 30 años- estarán inservibles. Y si tenemos en cuenta que cualquier variación en el número de camas o ritmo de explotación que exceda a lo acordado en los pliegos de condiciones por los que se rigen, supondrá la correspondiente indemnización de la Comunidad a las empresas concesionarias, podremos afirmar que los nuevos hospitales carecen de la necesaria flexibilidad para adaptarse a unas necesidades sanitarias cambiantes en el tiempo.
No habrá más camas hospitalarias ni más médicos por ciudadano
Para dotar de personal sanitario a los nuevos hospitales no se crea empleo, pretendiendo la Consejería de Sanidad reasignar los efectivos de la Comunidad. Reasignación que en un primer momento adopta la forma de voluntaria -promoviendo que los trabajadores de los centros directamente públicos soliciten una plaza en los nuevos-, para recurrir a una reasignación forzosa -a través de un Plan de Ordenación de Recursos Humanos- si no logra completar las plantillas.
Abrir nuevos hospitales y nuevas camas sin crear más empleo significa disminuir aún más el personal sanitario por cama, aumentando las cargas y ritmos de trabajo por encima de lo aconsejable para la seguridad de los pacientes.
La atención a la población y las condiciones laborales en los nuevos hospitales va a empeorar y en los ya existentes también, al ver disminuir sus efectivos.
No generar nuevas plazas significa trasvasar empleo público, con un mínimo de derechos y vinculado directamente a la Consejería de Sanidad, a unos servicios de gestión privada insertados en unos hospitales de propiedad privada, cuya vinculación con la Consejería será indirecta, y donde salarios y condiciones de trabajo dependerán en buena medida de un Consejo de Administración íntimamente relacionado con los empresarios privados dueños del hospital.
De este modo y tras una década en la que no se han generado nuevas infraestructuras hospitalarias, los nuevos hospitales representan únicamente el trasvase de camas, servicios y personal público al sector privado.
El truco de la nueva zonificación
También el proyecto de nueva zonificación juega a favor de la estrategia del gobierno de la Comunidad. Al situar como cabeceras de Área Sanitaria a los nuevos hospitales y a otros de propiedad totalmente privada (Fundación Jiménez Díaz y Valdemoro, dirigidos por empresas de capital de riesgo), se les confiere un poder en la sanidad y en la toma de decisiones de las políticas sanitarias madrileñas que no se corresponde ni con el interés público ni con su peso real, poder que ceden los hospitales públicos mas prestigiosos (La Paz, 12 de Octubre, Clínico, Ramón y Cajal, Gregorio Marañón,...).
Lo mismo sucede si contemplamos el proyecto de gerencia única, que dejará a la deriva las actividades de prevención y promoción de la salud -la Atención Primaria- en favor de otras más rentables en el momento de uso, volviendo a una concepción hospitalocentrista no sostenible económicamente, a no ser que se instauren medidas que supongan el abandono de los sectores sociales mas desfavorecidos junto a la posibilidad de hacer negocio de las grandes corporaciones sanitarias, las financieras y las empresas privadas (construcción) que ven decaer sus ganancias en sus sectores.
Las empresas deciden las políticas financieras y de personal
Se externaliza al personal no sanitario y unas Empresas Públicas se encargan de gestionar los servicios y el personal sanitarios. Estas Empresas están dotadas de personalidad jurídica propia y capacidad de poseer patrimonio particular, administración autónoma económica y financiera, y aunque teóricamente se adscriben al derecho público (para poder asumir personal estatutario), su régimen de actuación queda supeditado al derecho privado según sus Estatutos. De este modo tienen poder para decidir sus políticas financieras y de personal (capacidad de compra, endeudamiento y arrendamiento de bienes y servicios), y las relaciones de sus empleados con la Consejería de Sanidad deja de ser directa (plantillas, condiciones laborales y parte del salario dependerán de las decisiones de sus Consejos de Administración). Los servicios centrales (laboratorios y rayos) a pesar de ser sanitarios son apartados de este proceso por el gobierno de la Comunidad, estando prevista la creación de unos macroservicios que serán externalizados.
¿Se acaban la transparencia y la participación ciudadana?
El poder negociador de los trabajadores y la participación y capacidad de intervención ciudadana, se reduce o elimina. A las causas de tipo legislativo, derivadas del régimen de propiedad de los mismos o del tipo de gestión indirecta adoptada (Empresas Públicas y Reglamento de las Nuevas Formas de Gestión), se añaden la falta de transparencia y escasas posibilidades de lograr información sensible, ambas probadas suficientemente por la experiencia.
http://misaludnoesunnegocio.net/quienes.php?p=3457&more=1&c=1&tb=1&pb=1
[Madrid> Los nuevos hospitales de Esperanza Aguirre: una oportunidad de negocio
¿Saben los madrileños que Esperanza Aguirre ha dado la gestión privada de los nuevos hospitales de la Comunidad de Madrid a empresas inmobiliarias sin ninguna experiencia en el sector sanitario?
¿Saben los madrileños que Esperanza Aguirre ha dado la gestión privada de los nuevos hospitales de la Comunidad de Madrid a empresas inmobiliarias sin ninguna experiencia en el sector sanitario? ¿Saben los madrileños que los 8 nuevos hospitales de gestión privada han costado 8.000 millones de euros de nuestros bolsillos? ¿Saben los madrileños que, a pesar de los 8 hospitales nuevos, sólo hay 79 camas más en toda la Comunidad de Madrid? ¿Saben los madrileños que se ha dado un descenso real en el número de trabajadores sanitarios a pesar de haber más hospitales? La calidad de los servicios médicos que da la sanidad privada (instituciones con afán de lucro) es menor que la que da la pública (instituciones sin afán de lucro). Las empresas con afán de lucro en los servicios sanitarios tienen que ahorrar fondos en áreas que afectan a la calidad de los servicios a fin de conseguir el dinero que necesitan para pagar a sus accionistas y a sus gestores. El sector privado es un negocio. El afán de lucro no encaja con unos servicios cuyo objetivo debiera ser siempre servir a los pacientes.
Puede existir una percepción de que la privada es mejor que la pública porque, por ejemplo, los tiempos de espera son menores en la privada que en la pública. Pero la causa de las deficiencias de la sanidad del sector público está en la enorme escasez del gasto público sanitario que se da sobre todo en las comunidades gobernadas por el PP. Desmantelar la Sanidad pública Lo que Esperanza Aguirre está haciendo con la Sanidad en la Comunidad de Madrid es el mayor ataque que han sufrido los servicios públicos en España. Madrid se ha convertido en el laboratorio de la privatización de la sanidad pública, y, si este proceso no se frena, España asistirá al desmantelamiento del sector público.
A Esperanza Aguirre no le vale con que los nuevos hospitales sean de gestión privada, sino que en la Comunidad de Madrid se ha iniciado la privatización de la Atención Primaria, existiendo centros de salud que ya tienen algunas plantas privadas, con consultas privadas y médicos contratados de manera privada.
La macabra Ley 15/97 de Aznar
¿Por qué Esperanza Aguirre puede hacer esto con la Sanidad madrileña? Porque la Ley 15/97 instaurada por el Gobierno Aznar permite que las Comunidades Autónomas privaticen de la Sanidad Pública. En la Ley de Nuevas Formas de Gestión Sanitaria se apoyó el Gobierno de Esperanza Aguirre para promover en la pasada legislatura sus “hospitales administrados” (de gestión mixta público-privada). Si el PP de Esperanza Aguirre sigue en el poder el sistema madrileño de salud no será más que un conglomerado de empresas privadas, que dejará de mandar ciertos tratamientos o no realizarán intervenciones quirúrgicas si el gasto no les conviene. Este hecho se está constatando ya en el Hospital del Sureste, donde a enfermos con un tratamiento caro se les están negando el mismo.
Se hace necesario modificar los artículos 2 y 3 de la Ley 15/1997, para que los hospitales conserven el carácter público en la la titularidad, financiación, gestión y provisión de servicios. Esto que se está dando ya en Madrid es sólo el ensayo para después hacerlo a nivel de todo el estado si el PP llegara al poder en 2012.
El truco de los nuevos hospitales
Durante la primera legislatura de Esperanza Aguirre (2003-2007) se han edificado 8 hospitales por 2 mecanismos: a) por concesión de obra pública: el del Norte, Vallecas, Arganda, Coslada, Parla, Majadahonda y Aranjuez; y b) como concesión administrativa: el de Valdemoro. Este mismo camino siguen los 4 que está previsto construir esta legislatura (2008-2011), Móstoles, Villalba, Torrejón y Carabanchel.
Tanto en los unos como en los otros, todo el personal no saniario correrá a cargo de las empresas privadas concesionarias, un tercio aproximadamente de la plantilla, que podrá ser subcontratado. La diferencia es que, en los primeros, el personal sanitario lo pondrá la Administración, en los segundos, no.
Hospitales para Acciona, Sacyr-Vallehermoso, Hispánica, ACS, FCC,…
En los nuevos hospitales no se ha contratado ni a un sólo médico más, se han trasladado de los existentes. ¿Por qué los construye entonces Esperanza Aguirre? Para dárselos a Acciona, Sacyr-Vallehermoso, Hispánica, ACS, FCC,… a los que se les da la parte de servicios y de gestión, a pesar de que estas empresas, procedentes del sector inmobiliario, son empresas sin experiencia previa en la sanidad.
El objetivo de la política de Esperanza Aguirre está más relacionado con el beneficio de las empresas constructoras que con la salud de los madrileños. Esperanza Aguirre deriva ingentes cantidades de los presupuestos públicos hacia las empresas privadas que, ante los síntomas de hundimientos de los sectores más especulativos, han tomado posiciones en la sanidad pública.
A pesar de la apertura de los nuevos hospitales se ha producido un descenso real en el número de trabajadores. El personal sanitario que va a atender a los pacientes también lo va a contratar la empresa concesionaria. Eso quiere decir que el personal del sistema Nacional de la Salud que están trabajando actualmente en estas áreas hay que quitarlos de ahí. Se está enajenando patrimonio público de la seguridad social. La motivación sanitaria de Esperanza Aguirre es inmobiliaria, no de cuidar la salud de los madrileños.
http://old.kaosenlared.net/noticia/madrid-nuevos-hospitales-esperanza-aguirre-oportunidad-negocio
Esperamos que se aclaren algunas ideas sobre el Hospital de Parla
Red Roja de Parla
Red Roja Madrid