Desde el punto de vista pedagógico no hay ningún informe que demuestre que la jornada continuada es mejor que la partida...es más, hay informes científicos que dicen lo contrario (lo copio debajo). ahora bien, si por lo que se quiere la jornada continuada es para ahorrarse cuatro viajes entonces estamos hablando de otro tema...¿que prevalece, la educación de mis hijos o mi comodidad?
M. Carmen Morán de Castro (Profesora del Dpto. de Teoría de la Educación, Historia de la Educación y Pedagogía Social – Universidad de Santiago de Compostela):
“Sería francamente extraordinario que la simple modificación de una unidad cronológica, como es la jornada escolar, solucionara los problemas de la educación y permitiera avanzar hacia los criterios de calidad que deseamos y que la renovación pedagógica prometió tiempo atrás: mejora del rendimiento, de los resultados, de la formación en servicio del profesorado, de la conexión de la escuela con la realidad social en la que se inscribe, de la conciliación familiar… ¡por un cambio en la modalidad de jornada lectiva!. De ser así no cabe duda que las administraciones públicas están privando de un beneficio a la humanidad al no decretar el deber de que todos los centros educativos se acojan a la jornada escolar en sesión única. Pero las ciencias de la educación, la cronopsicología, la cronobiología, la sociología, no confirman en sus estudios estas opiniones: los resultados académicos no dependen exclusivamente de esta unidad cronológica, sino de un nutrido conjunto de variables personales y contextuales (sociofamiliares y escolares) entre las que también se encuentra, pero no exclusivamente, la modalidad de sesión lectiva. El rendimiento personal está determinado, además de por factores psicopedagógicos, por condiciones de salud física y psíquica (descanso, alimentación, ausencia de enfermedad…) entre las que el respeto a los biorritmos debería llevar a evitar, por ejemplo, la toxicidad de ciertos horarios intensivos para el trabajo intelectual -como son las primeras y últimas horas de la mañana-, o que no se establezcan las pausas de descanso precisas -y habitualmente los centros de jornada única cuentan con un sólo recreo, igual que los de partida-” (“Los horarios escolares, una cuestión de intereses de adultos”)