Sotano, algunas matizaciones a tu comentario:
1º Dices, y cito textualmente, "el problema es la falta de implicación de los profesores y su absentismo, que es muy grave". No sé muy bien de dónde te sacas esas afirmaciones, si de una experiencia personal concreta o de lo que te han dicho, o de lo que oíste contar, etc. pero están totalmente alejadas de la realidad: con respecto a la implicación de los profesores, te dire que puede haber alguno que no lo haga, pero la mayor parte de nosotros estamos totalmente volcados en los chicos, y no sólo en la trasmisión de conocimientos, sino en colaborar con los padres en la formación integral del alumno. Para ellos no sólo somos sus "profes", somos sus confidentes de graves problemas, su referente, su policía, su enfermero, y muchas otras cosas más. Imposible no implicarse, ellos son personas y como tales los tratamos. Entre el profesorado existen grandes diferencias políticas (me refiero a la esuela pública) pero casi el 100 por 100 de los profesores con los que yo me he encontrado tienen algo en común: son personas muy generosas, siempre volcadas con los demás, que siempre se dan al máximo, sin poner reparos.Con respecto a "su absentismo, que es muy grave", todavía me quedo más perpleja: si faltamos al trabajo por una ausencia menor a tres días, debemos justificarla con documentos que lo acrediten, lo debe firmar el director y luego se manda a inspección. Si inspección no lo considera justificado (y son bastante rigurosos), se descuenta de nuestro sueldo el tiempo que hayamos faltado. Si la ausencia es mayor de tres días, debes presentar la baja y la administración es la que se encarga de enviar al sustituto; si no aparece nadie, el problema es de la administración, en ningún caso es absentismo laboral. Además hay que añadir que cuando uno falta, es otro compañero el que se tiene que "comer el marrón" de cuidar tu clase (y mantener el orden de unos adolescentes que no tienen clase y demandan continuamente salir al patio, jugar, hablar, etc. es muy, muy, muy difícil), así que procuramos hacerlo lo menos posible, sólo cuando sea imprescindible.
2º Cuando dices "la mala educación que los padres damos a nuestros hijos" estoy totalmente de acuerdo contigo; somos nosotros los que más sufrimos la mala o, mejor dicho, la nula educación que damos a nuestros hijos. Y no entro en más detalles en este punto para no alargarme demasiado.
3º Respecto a las famosas 20 horas, el problema no radica en el número de horas sino en la finalidad de esas horas, lo intentaré explicar con dos ejemplos sencillos:
a) Veinte horas para todos los profesores con la finalidad de aplicarlas en desdobles, grupos flexibles, refuerzos, ampliación de materia, según las necesidades de cada centro. Resultado: mayor número de horas, mismo número de profesores, mismo gasto para la administración, mejor calidad de la enseñanza.
b) Veinte horas para todos los profesores con la finalidad de reducir plantilla. Resultado: mayor número de horas, menor número de profesores, menor gasto para la administración, peor calidad de la enseñanza.
Creo que la propuesta a) sería la más acertada, pero la que se está llevando a cabo, desgraciadamente, es la b)
No habría tanto problema, me atrevo incluso a decir que no habría ningún problema en que nos aumentasen las horas para favorecer la enseñanza pero no es así, lo hacen con el único objetivo de ahorrar dinero a costa de la enseñanza.
4º Es posible que los sindicatos hayan politizado todas las movilizacioenes, pero realemte se ha creado un problema con esa decisión de la Comunidad de Madrid, independientemente del pensamiento político de cada uno. Se trata de tener un poco de pensamiento crítico, incluso con lo que uno haya votado. La Comunidad de Madrid, en esto, se ha equivocado.
Esta es la realidad del problema que se ha añadido a los que la escuela pública ya tenía.