Hola a todos.
Lo primero, me gustaría contribuir a la estabilidad de la Urbanización recordando a todo el mundo que los derechos de unos terminan donde comienzan los de los demás.
Dicho esto, creo que no es adecuado recurrir al gitaneo metafórico de sábanas límpias, ni a conciliábulos de pastores renegados que pretenden secuestrar la reunión (la primera, señores) de manera antidemocrática, porque, ¿quién dice que esos 80 vecinos son propietarios? ¿Quienes son "esos" que tienen que hacer la reunión? ¿Ya existen buenos y malos en esta película?
Dicho esto, somos conscientes del problema del calor en vuestros pisos, pero conocíais esas condiciones antes de escriturar sin cédula de habitabilidad, y por tanto de manera ilegal.
El resto de vecinos que todavía no han escriturado, y que tienen los mismos derechos que los que se han arriesgado a vivir en un piso que no está dado de alta en el Registro de la Propiedad, y por tanto, sin legitimar, comprendemos vuestra situación, pero para paliar estos problemas debeis recurrir a métodos que no afecten al resto, estén viviendo allí o no. Es decir, lo de toda la vida, bajar persianas, crear corrientes, utilizar ventiladores, o lo que sea, pero sin recurrir a intenciones, que cuando menos, pueden calificarse de "poco oportunas".
Es importante que las reuniones se celebren en igualdad de condiciones, democráticamente, y no contribuir a aumentar la tensión con problemas futuros y soluciones de dudosa legalidad. Ya tenemos de por sí bastantes problemas con los defectos de la urbanización, como para encima, pelearnos entre nosotros, incluso antes de comenzar a convivir.
La culpa de todo esto lo tiene Noralia, por entregar los pisos en estas condiciones. No se debería haber permitido escriturar sin cédula de habitabilidad, porque han contribuido a que una minoría presione a la mayoría, aprovechando que están viviendo allí.
Y el mejor ejemplo, a parte de los toldos, son los cerramientos de las viviendas de los bajos: cada uno está poniendo un material, unos por encima de la barandilla y otros no, no sin entender que quieran preservar su intimidad, pero volvemos a lo mismo: la urbanización puede quedarse como una corrala de gitanos, si cada uno hace lo que le da la gana.
Para terminar, pienso que la discusión es parte de la democracia ya que no todo el mundo debe pensar lo mismo e insisto en que los derechos de unos terminan donde comienzan los de los demás.
Un saludo a todos.