Querido vecino gracias a cuya fiesta estoy condenado a no dormir:
No es la primera vez que gracias a tu insolidaridad y falta de educación paso la noche en vela. Supongo que tú también habrás notado que nuestras casas están muy mal aisladas acustícamente y por lo tanto todo el ruido que estás haciendo lo estamos padeciendo los demás. De cualquier manera, a partir de las 9 de la mañana (porque a mí no se me ocurre hacer nada moderamente ruidoso antes), te lo voy a recordar. De hecho, estas horitas de vigilia sobrevenida las estoy utilizando para hacer la selección musical con la que te voy a deleitar y cambiar la bolsa del aspirador.
Atentamente