En 2012, Ud. tenía una deuda de 6.000 € con la comunidad. Lo típico, impagos de cuotas y algún recargo. Hasta ahí todo bien.
Pero en 2017, cuando llovió a cántaros, la comunidad no mantuvo bien el tejado, se filtró agua y le destrozó parte de su piso. Así que Ud. los demandó, y ¡zasca!, les ganó un juicio por 3.200 €. Los tenía que cobrar porque le dieron la razón: la comunidad fue la que no hizo bien su trabajo.
Y ahora viene el chanchullo: en lugar de darle los 3.200 € en mano, la comunidad decide restarle esa cantidad de lo que Ud. debía. Total, que de los 6.000 €, le quitan los 3.200 €, y la deuda se queda en 2.800 €. Hasta aquí parece razonable, ¿verdad?
El problema: ¿Dónde están los 3.200 €?
Aquí es donde está la trampa: esos 3.200 € no han aparecido por ningún lado en la contabilidad de la comunidad. Usted pregunta, y le dicen que no hay nada que registrar porque se lo descontaron de su deuda. Como si le hubieran “perdonado” ese dinero. ¡Vamos, hombre, eso es como un truco de trilero en la feria!
La realidad es que esos 3.200 € son un gasto de la comunidad, porque es dinero que tuvo que usar para pagar los daños de su casa. Deberían aparecer en las cuentas como un gasto extraordinario, igual que cualquier otro gasto comunitario, y al mismo tiempo mostrar que le han reducido la deuda.
Lo que están haciendo mal:
Si no registran ese gasto, los números de la comunidad parecen mejores de lo que realmente son. Y al final, el resto de los vecinos no se enteran de que hubo un gasto de 3.200 €, lo cual es ocultar información. Es como si, en lugar de pagarle, se lo metieran al bolsillo y aquí no ha pasado nada.
Exija al administrador que le enseñen los libros contables y que reflejen esos 3.200 € como gasto, porque lo contrario es manipulación contable y mala transparencia. Y si le vienen con cuentos chinos, denúncielo sin dudarlo. Aquí hay que ser claro y honesto.