Es mucho más sencillo:
La temperatura exterior ha de ser inferior a 20ºC siempre y cuando la humedad relativa en la azotea sea inferior al 30%.
Cuidado con esto porque en los equinocios de verano e invierno esta medida se ve adulterada por los rayos gamma que azotan a la caldera, unido a una ligera aceleración en la velocidad de rotación terrestre, que, lógicamente, disminuye la presión de las bombas de agua 54 milibares.
Cuidado, eso sí, con el viento de los veranillos de San Miguel, que balancean la caldera lo suficiente como para calentar el agua 0,1ºC... sí, como ya habréis imaginado, eso repercute en un ahorro mensual de 1,7€ con un consumo medio de 5 duchas y 8 vasos de agua al día.
Sé que todos lo sabéis pero no está de más recordar que las tormentas eléctricas pueden volver radiactiva el agua; esto se ve cuando los radiadores se vuelven negros y calientan más que los altos hornos de Cantabria.
P.D: A mí tampoco me han cobrado nada aún.