Como yo vengo sosteniendo desde hace tiempo, El Quiñón tiene muchos enemigos, por tratarse de una seria alternativa a la especulación y urbanismo salvaje que azita todo el país y especialmente la periferia de Madrid.
No es casualidad la cantidad de ataques y de noticias negativas y falseadas interesadamente que se vierten contra nuestra urbanización, cuando hay muchas otras en España que sí se lo merecen y mucho. ¿Por què precisamente a la nuestra?
Sin duda alguna el resto de promotores están que trinan. Esto seguramente ha sido una maniobra vil financiada por ellos para que el Pocero deje de fabricar pisos tanto aquí como los del millón de viviendas que dice que piensa construir -recordemos que no quiso o mejor no se atrevió a decir dónde por esto mismo-. Porque son mejores que los de los pueblos de alredeor, y a mejor precio, desde luego son los únicos que se van a seguir revalorizando mientras las bajadas de precio sólo afectan a los de 300.000 euros en Valdemoro. Lo de los 60.000 euros es meramente coyuntural por la ponzoña que le han echado los medios de comunicación encima.
El Pocero no vende pisos sino ciudades nuevas , lo que no hay en parte alguna, y más accesibles que en cualquier otra zona cercana, por eso han ido ahora a por él, porque les puede joder el negocio a los grandes especuladores que no logran vender por los abusivos precios que piden.
Este atentado muestra, junto a las calumnias y payasadas habituales contra la urbanización, que es PERFECTAMENTE VIABLE.
Lo que tiene que pasar es que la Policía haga público quién estaba detrás de todo esto, seguro que nos llevamos una sorpresa de algún promotor de los que sí que saben hablar y tienen modales muy refinados.
Mientras tanto ojalá que el número de empadronados crezca y se vayan abriendo negocios -ya está bien de tener que usar el coche hasta para comprar una gaseosa- y echemos a ese alcalducho que ahora se hace el bueno el muy cabrón. A saber si no estará en el ajo...