Es una pena que hayas renunciado.
A mí, como imagino a muchos de vosotros, tras la fortuna de estar en una de las bolas sorteadas, le ha costado Dios y ayuda conseguir la puñetera hipoteca para tener vivienda propia. Aunque la venta libre está en una situación de adquisición más apta, has renunciado a un piso nuevo, con la gran mayoría de vecinos jóvenes e ilusionados y con un barrio por construir entre todos los que lo forman. Si te permiten volver a adquirirlo, te animaría a que lo hicieras.