Es curioso lo fácil que sale hoy día descalificar. Basta con tener un ordenador y permitirse el lujo de derrochar atrevimiento e ignorancia de las más mínimas normas de respeto hacia los demás para abusar de esa libertad que nos otorga Internet y convertirlo en un arma que puede llegar a poner en cuestión la labor de toda una vida destinada a la educación.
Al leer este mensaje pensé por un momento que no podía la tal Concha estar hablando del mismo Javier Pariente al que yo tan bien conozco y del que me precio de ser amigo.
No se podía referir al Javier Pariente que fue director del Centro de Profesores de Aranjuez y que consiguió mantener a esta localidad en unas cotas de calidad en la formación del profesorado que todavía se recuerdan,
Ni a aquel otro que ha resultado ganador en numerosas ocasiones de certámenes nacionales por la elaboración de materiales innovadores para facilitar la tarea en el aula a otros profesores.
Ni el Javier responsable de diversos artículos en revistas pedagógicas de relevancia internacional sobre la integración de las TIC en la enseñanza.
Ni a la persona que ha dignificado el Centro de Formación Ambiental La Chimenea situándolo en un nivel de prestigio hasta ahora desconocido y renovando unos usos y costumbres que habían hecho que muchos dejáramos de contar, hasta su llegada, con este centro como referemte de apoyo a nuestra actividad de aula.
Tampoco podría ser esa persona cargada de ilusión, permanentemente en un proceso de reflexión y autocrítica, exigente al máximo consigo mismo y con las instituciones educativas que se ha puesto al frente de un proyecto tan apasionante como retador, como el de poner en marcha un centro educativo.
No podría ser ese déspota del que habla la tal Concha una persona cuyos primeros pasos en esta aventura ha sido ponerse al servicio de los padres y, antes de que el centro esté en marcha, avanzar UN PROYECTO EDUCATIVO, extraña palabra en un país en el que la educación se hace, desde las administraciones, a base de BOE y sin contar con los interlocutores.
Realmente, la tal Concha se ha debido de mezclar con otra persona diferente. También deben ser otros la Carmen Carro a la que alude, pues yo conocí bien a una Carmen Carro que enseñaba a soñar a niños y padres en la Escuela Infantil Jardines de Aranjuez y que, según mis noticias, sigue teniendo conexión directa con el mundo de la magia y la ilusión.
A Mercedes la conozco menos, pero son muchas las referencias que hablan de su capacidad profesional y de su larga experiencia al servicio de la educación de todos, de la educación pública.
Está usted confundida, señora Concha, usted no ha conocido a ninguno de estos tres MAESTROS , con mayúsculas. Ni se ha rozado siquiera con ellos. Se le habría pegado algo de su generosidad, de su rigor, de su optimismo, de su creatividad. No destilaría tanto rencor en sus palabras si así hubiera sido.
Me permito un par de sugerencias, que no consejos, pues me temo que usted no los merece.
La primera, que abra los ojos y los oídos en los pocos días que le queden de compartir espacio y tiempo con estos MAESTROS. Aprenderá mucho.
Trate de analizar que si, a su alrededor, hay tanta gente que ve otras cosas que las que usted ve, es probable que su problema sea óptico y deba cambiar de perspectiva.
Por último, y esto va dirigido a los gestores de este foro. Difamar es una de las normas básicas que, en su libro de estilo, anuncian como causa de restricción de la participación en el mismo. Les sugiero que relean el texto de la tal Concha y saquen su propias conclusiones.
Me llamo Javier Medina. Trabajo como Jefe de Departamento de Ciencias Naturales en el IES Alpajés. Llevo más de 20 años dedicado a esto de la enseñanza y felicito a los padres que han tenido la suerte de confiar en este equipo directivo y su proyecto para embarcar a sus hijos en un camino educativo que apenas comienza. De su mano estén seguros que sus hijos recibirán el cariño, la educación en valores, la formación técnica y científica necesaria en los tiempos que corren. Conocerán el valor de la solidaridad, del trabajo en equipo, de la sorpresa continua que encierra la aventura de aprender.
Yo he podido comprobarlo antes que ellos. Es una gozada.
Editado por javiermedina 15/06/2010 23:26