Buenas noticias para el barrio, sin duda. No obstante, hemos de ser conscientes de que la supervivencia de los negocios abiertos y de los que puedan seguir abriendo, depende sobre todo de los vecinos.
Yo particularmente, procurare ejercer "discriminación positiva" en ese sentido, de modo que las cosillas del día a día, intentaré comprarlas en las tiendas del barrio (dando por hecho que tendrán precios razonables).
Saludos,