“YEM”, quiero ser solidario con el posible quebranto psíquico que te haya podido producir el intento de robo de tu vehículo. Veo que no puedes dormir bien, lo digo porque tú último mensaje está escrito a las dos de la madrugada. Como ya he comentado en otro hilo, yo estoy de RODRIGUEZ y anoche tampoco podía dormir bien. A las dos de la madrugada me puse una película porno, a los 15 minutos más o menos, estaba durmiendo tan ricamente. Fue mano de santo, nunca mejor dicho.
¿ Sabes qué días pasa ese delincuente con el gorro de pescaero por el barrio ? Me vence el seguro del coche a mediados de Agosto y es un pastizal, voy a ver si me lo quiere robar. Si me permites, me voy a dirigir a él por si nos lee:
“Pescailla”, soy un vecino del barrio, tengo un volvo plateado que aparco todas las noches en la C/ Médulas, justo enfrente del “Rincón de Zacarías” ( parcela con bunker de la guerra civil ). Mejor olvídate de esto, seguro que serás analfabeto y no entenderás nada. A lo que vamos, el 17 de Agosto me vence el seguro del coche y me quieren soplar 1.500.-euros, no pudiendo hacer frente al mismo. Te ruego que antes de esa fecha me robes el vehículo, me ahorrarías una pasta. El coche lo dejo abierto y con las llaves puestas, no sea que seas tan inútil que no sepas hacer un puente. También te dejo 50.- euros en la guantera por el favor.
Bueno, vamos a ver si tengo suerte y esta deyección humana sirve para algo y me ayuda. La verdad es, que mira que hay delincuentes y taraos por el mundo. Ayer al salir del médico, me encontré a uno dando patadas al coche, le dije: “ ¿ Qué ha ces gilipollas, no ves que el coche está nuevo ? Al oír esto, al tío le dio la vena y se subió encima del capó y empezó a bailar encima de el como si fuese María Jiménez, dejó el capó hecho una pena. Le insté a bajarse del coche diciéndole: “ anda, bájate del coche y vete a tu casa, seguro que mientras tú estás haciendo el gilipollas, a tu mujer se la está zumbando otro”. El tipo se bajó del coche con mala hostia y me dijo: te vas a enterar, a la vez que cogía un adoquín del suelo y lo lanzaba una y otra vez contra el coche rompiéndole lunas, faros, etc, vamos, un verdadero destrozo. Ahí le dejé al anormal destrozando el coche que no sé de quien sería. Eso si, antes de irme le dije: “ te dejo que viene mi autobús”