Yo pensé que iba a vivir en una comunidad de personas normales y creí que se iba a respetar las decisiones de todos, pero ya veo que no, pues por una parte me alegro y como cuando cumplimos las normas las cumplimos todos, cuando las incumplimos, pues también incumplámoslas todos, ya no tendré cargo de conciencia cuando quiera hacer algo aunque esté mal. Que bien y que caro nos va a salir, niños rompiendo los aparatos del gimnasio porque se reúnen allí sin la presencia de ningún adulto y jugando a lo que saben correr y destrozar los aparatos, paseos con las plantas rotas por que piensan que están para eso, puertas de salida que se dejan abiertas y que se rompen porque no se cuidan, ni siquiera sé para que tenemos guarda de seguridad, si allí entra todo el que quiere, incluso he visto gente dando vueltas por los garajes mirando dentro de los coches, no sé con que intenciones. Lo de la estética es por tanto el mal menor, pues que podemos esperar de vecinos que dejan que sus hijos destruyan la urbanización.
Bienvenidos a la jungla.