El problema de llamar a la policía es que cuando llegue, es posible que los perros ya no estén ladrando. Creo que ese es un problema muy dificil de solucionar. Serían los dueños los que deberían concienciarse de que hay gente que quiera descansar y no puede.
Ahora en verano los ladridos se incrementan al caer la tarde, cuando se va el sol, porque los dueños los sacan a las terrazas a esas horas. Y cada vez que pasa alguien por la calle tenemos concierto. Tener vecinos con perros pisotón rabiosos y ladradores no se lo deseo a nadie, bueno ´sí, se lo deseo a ellos. Alguien tenía que pagarles con la misma moneda. A ver si tenían narices y se quejaban!! Que por otro lado viendo lo visto, capaces son...!!!