Voy a echar un poco más de leña a este fuego de los nombres de las calles para que no se nos apague.
Creo que yoguiybubu estuvo muy acertado cuando lo propuso, porque es algo que sabemos inútil porque ya están puestos para siempre, pero nos permite opinar y aliviarnos un poco de las preocupaciones de los plazos de entrega, las hipotecas o el aislante de paredes y algún que otro arduo asunto. Por el contrario, aquí se ha hablado de hijos de Cardenales, de la Luna y las estrellas de alcaldes olvidados y demás.
Me he tomado la molestia de leer las limitadas hazañas del que fue alcalde Lorenzo Gines Brandin y me parecen escasos su méritos para que una calle lleve su nombre, en comparación con otras personas que se me vienen a la memoria, y que no voy a escribir aquí. Pero como los nombres los pone el ayuntamiento, y como ya se sabe, la cabra tira al monte, y en este caso ha sido al Monteoliva.
A pasarlo bien, salud.