Si algo puedo añadir, es que en un sitio como este eres capaz de percibir el olor del aire, sobre todo en primavera cuando huele a hierba fresca, en verano a hierba seca. Me encanta particularmente el olor a tierra mojada (que no cemento). Hay algunas semanas durante el año en que a los costados de las carreteras aledañas crecen unas flores que inundan con su perfume el ambiente.
Aunque tardase más en ir al trabajo (dentro de lo razonable, desde luego), que no es mi caso pero si el de mi mujer, lo que percibimos es que el ambiente es mucho más sano no sñolo para nosotros sino también para los futuros hijos (que es un punto sumamente importante dentro de nuestro proyecto de vida).
Y si bien no tiene todos lo servicios de la ´gran ciudad´, tampoco están tan lejos como para privarse de ellos.
Y cuando voy al trabajo y atravieso los campos, (algunas veces con girasoles, otras con trigo) y veo la sierra y Madrid como parte del paisaje, me reafirmo más en que la decisión de pasar de una gran ciudad a un pueblo en medio del campo) ha sido buena.
Por mi mujer y yo. Por los futuros hijos...
G.