Esa es la tónica de la promotora desde el principio, prometer y prometer, y luego no cumplir su palabra nunca. Yo compré en 2009, y después de lo que me ha tocado vivir, y de lo que he visto en otros vecinos, ya no me sorprendo por nada...
No es por desanimar, pero no me extrañaría que llegáramos a Semana Santa aún con temas pendientes... bien por que falten papeles, o acondicionar zonas, o permisos, o licencias....
Si hiciéramos más piña entre vecinos en vez de andar a broncas entre nosotros, seríamos mucho más fuertes para ir conra la promotora.