Hola a todos. Nosotros también hemos acudido a la reunión del programa IDENTIA, y como todo el mundo comenta nos parece totalmente decepcionante.
Como se ha comentado anteriormente, los precios son totalmente fuera de mercado “per se” y aún más si se suma el precio de los materiales que vienen por defecto en el piso y que se dejan de instalar. Un buen ejemplo es el que comentan arriba con el caso de la conversión de un aseo en espacio diafano, cuyo coste es claramente inferior (tanto en materiales como en mano de obra). Es de una desfachatez enorme solicitar 500 euros adiconales.
Por otro lado, para todos los que tenemos una vivienda en las torres de la promoción hay algo que nos afecta de modo especial y sobre lo que deberiamos hacer fuerza de modo conjunto. Resulta que el principal radiador del salón va a ser instalado en medio de la única pared en la que se podría ubicar un mueble de salón. Siendo “bien pensados”, esto no dejaría de ser un error bastante notable y una chapuza (disculpad la expresion). Siendo “mal pensados”, uno se plantea si la desastrosa ubicación de estos radiadores no responde a una estrategia para forzar al los vecinos a la instalación del suelo radiante con el coste adicional que conlleva (10.000 euros sumando radiante y suelo gres).
No sé si los futuros vecinos que no habiten en torres tendrán problemas parecidos con los radiadores, pero lo que está claro es que los vecinos de las torres deberiamos hacer fuerza para que los radiadores estén ubicados con un mínimo de consideración, o que se permita al vecino que lo requiera su reubicación.
Hemos pagado mucho dinero, en un barrio que no es “premium” precisamente, para que nos estén racaneando como lo están haciendo y utilizando artimañas para rascarnos aún más los bolsillos.
Está claro que Q21 ya nos tiene pillada la entrada y puede parecer que no tenemos elementos de presión. Pero si quieren seguir vendiendo su pretendido producto de calidad, deberían de tratar que sus clientes no se sientan engañados en la inversión más grande de sus vidas. La mala prensa es la carta que aún nos queda para que no nos tomen el pelo.
Disculpad el tostón, pero la verdad es que estamos un poco descontentos con este tema.