Quiero agradecer desde aquí las grandes muestras de apoyo que estoy recibiendo a raíz de mi anterior mensaje de S.O.S. Era de esperar, por supuesto, habida cuenta que somos un grupo eminentemente solidario, humano, y con mucho interés por la cosa pública y los problemas del prójimo. He quedado emocionado ante la avalancha de conversaciones, cambios de impresiones y un largo etcétera, que no vienen a corroborar, sino, que no sólo somos gente sumergida en hipotecas hasta las cachas ; vanidosos de postín y demás, sino, que también y, por encima de todo, somos personas buenas, como siempre se ha dado en llamar a las gentes de bien en Etica...
En fin... la vida en si.