Yo no creo que podamos hacer mucho… salvo elevar quejas y que quede constancia de ellas.
Como ejemplo, la semana pasada me puse en contacto con Solvia, no sólo no se enteraban ni de qué les hablaba, sino que quedaron en llamarme de vuelta para explicarme plazos y condiciones de financiación y hasta hoy… como se me agotó la paciencia repentinamente, puse una queja formal y volví a reiterar otra en la oficina habitual del Sabadell porque me parecía que ya estaba bien de tratarnos como nos tratan cuando nosotros hemos cumplido escrupulosamente en plazo con todo lo que nos han pedido…
El director de ésta última fue el que me llamó, y el que, a pesar de no tener culpa ninguna, recibió todas mis opiniones sobre lo que pienso de que vayan a sacar beneficio a consecuencia de un retraso en la entrega de una obra… cuantos más meses pasan (hasta 6 claro, porque seguro que antes de que venzan las arras esto se soluciona malamente), peores condiciones tenemos (la última info que me dieron a mí era de coña pretendiendo venderme que lo que nos ahorramos ahora, a partir de enero, es el AJD de la formalización de la hipoteca que ya estaba desde siempre...) y mejor panorama se les presenta para recuperar todos los importes que van a tener que desembolsar a consecuencia de la jurisprudencia del TS sobre las cláusulas suelo (ejemplo: a partir de ahora, ya hay comisión de apertura que antes no teníamos). Y fijaos que es algo que no entiendo muy bien… más que nada porque ellos tendrán ya su préstamo en el que nos subrogamos, y no sé por qué tendrían que mover las condiciones de hace unos meses por causas que no son imputables a sus clientes...
Y todo ello sin contar con la falta de seriedad, la opacidad reiterada en la información disponible, y la vergüenza que supone que una entidad que se presume seria nos mande unas hojas registrales que no sirven para nada porque ni siquiera están subsanadas como corresponde ya que la obra, al final, no está terminada (ya sea porque hay que arreglar un banco, la acera, el remate de una terraza o las juntas de un trastero...que no os cuento cómo estaba el mío porque para qué...).
En mi caso, les informé de que si esto seguía así, no me cortaría para nada a la hora de hacer pública mi opinión, y en su caso, retirar cualesquiera productos financieros de su entidad, en la medida en que una empresa que actúa como está actuando esta, no se merece ni mi confianza ni de la de nadie de mi entorno. Esto último creo que es lo que más está doliendo en la actualidad.
Es verdad que las obras siempre se retrasan y que hay que tener paciencia… pero esto se entregaba en septiembre… luego fue diciembre… ahora tampoco va a ser marzo… y nadie nos informa. Y, sinceramente, no estamos pidiendo tanto. Sólo seriedad, profesionalidad e información puntual sobre algo que ya estamos pagando y en lo que hemos invertido.
Sé que es sólo derecho a pataleta, pero os animo a que dejéis constancia de quejas formales. Ninguna entidad es ajena al daño reputacional y al riesgo de quedarse sin la venta de su financiación por el queme de sus clientes...