Para Silvia
¿Te Quieres Casar Conmigo?
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14 febrero 2006
Hola Corazón:
Te pensabas que no tenias carta ¿no? Pues que sepas que no me cuesta nada escribirte, ya lo he hecho tantas veces que ya tendrías que saber cuando mis letras denotan alegría, tristezas y otros sentimientos. Me conoces tanto y tan bien que con solo mirarme sables lo que reside en mi alma.
Nos hemos escrito tantas veces que leernos se nos hizo primero una costumbre y luego una necesidad. Llegamos a tener toda la compliciada que entregamos pedazo a pedazo nuestro corazón hasta hacerlo uno mismo al grado que las palabras nos han sobrado cuando las miradas lo han dicho todo.
Un amor que ha sobrevivido al paso de los años, que parece que no se ha desgastado, que sigue cautivandonos como aquella noche de Diciembre. Una relación que ha superado el paso de los años y de las circunstancias, y tan solo por el amor que nos tenemos. ¿Te das cuenta corazón? Te hablo de sentimientos, costumbres, te hablo de amor. Ese del que mucho se habla y poco se sabe, ese que como el nuestro ha sabido sobrevivir a los obstaculos que se le han ido presentando, ese que las risas le saben a miel y las lagrimas a hiel, pero que igual las comparten porque tan solo sabe ser amor.
Ves corazon como no me es dificil escribirte y mucho menos hablarte de amor, ese amor que roza lo perfecto y que nació una noche de Diciembre. Este amor que corre por mis venas con un sentir inexplicable, que es fuego abrasador que me quema, lluvia intensa que baña mi alma y llena mi ser de pasión. Te siento en mi piel, respiro tu aroma que impregnada en mi alma endulza mi vida con tierna fragancia. A tu lado siento que el sol me quema y que la noche es el mejor escondite para quererte. Te siento tan mia que celosamente cuido tus pasos ¿que seria de mi sin tu presencia? Moriria de pena y llanto si un dia me faltases.
A veces siento que apareces de la nada para marcharte luego. Eres el brillo de una estrella que surca el firmamento dejando con su paso un suspiro y un lamento. Eres una sombra que se desvanece por momentos, pero que se muestra intensa y firme cuando menos me lo espero. Eres enfermedad y remedio al mismo tiempo, revuelves mi vida y trastornas mis pensamientos. Por ti cuando lloro, rio. Y cuando rio de mis ojos brotan las más dulces lagrimas de amor. Eres quien quiere todo y no pide nada, quien grita cuando debe callar y calla cuando quisiera que de esa boca salieran aquellas palabras que tando desearia escuchar. Eres la tortura que acribilla mis sueños, el suave dolor que quiebra lentamente mi pecho, mi locura y cordura, mi calma y desconsuelo. Eres mi alegria y tristeza, mi felicidad y sufrimiento. Eres todos en esta vida, el bien y el mal en un mismo cuerpo, santa y demonio de mi mundo, en definitiva, la mujer a la que yo más quiero. Por eso...
¿Te Quieres Casar Conmigo?