Bueno, en realidad no es solo eso. El Código Técnico, en general, es una normativa correcta y era necesaria. Se estaban construyendo los edificios con normativa obsoleta, por ejemplo, que permitía el uso de plomo en las cañerías, a pesar de estar prohibido por ser un metal pesado.
Mejora temas como la estructura, el seguro decenal (que nos debería importar a nosotros, los compradores), cálculos de cimentación, cargas por viento. También actualiza la seguridad frente a incendios, problemas de humedad (de ahí lo de los 20cm de escalón en las terrazas, por ejemplo), gestión de residuos (fomenta la separación de basuras desde casa, la recogida puerta a puerta y la desaparición de los contenedores de calle), salubridad del aire interior (de ahí nuestras ventanas y rejillas), tomas de agua caliente para lavavajillas y lavadoras (empiezan a existir equipos que cargan agua caliente para ahorrar energía de calentarla), protección frente al ruido y el ahorro de energía en general.
Realmente es una normativa muy interesante, que tiene algunos puntos que probablemente tendrán que ser limados. De hecho, la estructura de esta normativa permite la actualización periódica, por lo que poco a poco irán saliendo actualizaciones de sus documentos que implementen nuevos materiales, nuevas tecnologías y nuevas tendencias sociales y políticas.
En cuanto a lo de las pendientes en terrazas, no es nuevo. Es algo que se utiliza desde que se empezaron a construir casas, o sea, desde el neolítico. El agua hay que conducirla, ya sea para evacuarla o para almacenarla, y así se ha hecho en toda la historia.
Si en la Escandalera tienen un desnivel excesivo, será por mala ejecución o por algunas necesidades de construcción, pero no debería ser lo habitual.
Y por otra parte, yo todavía pienso que la aireación no es un problema, sino una mejora. Soy de la opinión (a falta de ver qué nos hacen) de que la ventilación permanente será algo positivo. Claro, que hay que hacerlo bien. Y ahí hay que darle un pequeño tirón de orejas al arquitecto por quedarse con la solución más sencilla sin pensar en otras posibles alternativas. Esto no suele ser lo habitual, ya que los arquitectos tienen muy presente la estética (en algunos casos es discutible, jaja), pero puede ser que por la premura de otros temas seguramente más importantes, no se le haya dado la importancia que nosotros le dimos a las rejillas. Además, estoy seguro de que, en general, sus decisiones han sido acertadas.
También hay que tener en cuenta, en descargo del arquitecto, equipo de dirección y de construcción, que hay cientos de problemas más importantes en una construcción que los acabados, pero nosotros solo miramos eso. Es lo que pasa siempre, que la gente que construye se preocupa desde la excavación hasta la impermeabilización, pasando por la estructura, albañilería, instalaciones diferentes... todo con sus múltiples problemas y soluciones diferentes, y esas decisiones casi nunca se agradecen, porque la gente no las sabe ver.
Perdón por el tocho, me he puesto a escribir y casi escribo una novela, jajaja
Saludos