Parece contradictorio, pero la única forma que tienen los que se han dado de baja de cobrar algún día es que la coperativa siga adelante, se construyan los pisos y se entregen a los futuros propietarios.
Si en algún momento se rompe esta cadena, se declarará en quiebra y probablemente todos, incluidos los dados de baja, pierdan todo. Sobre todo ahora, que el suelo, único activo, vale casi como si fuera rústico.
Hasta que no se terminen las obras y el suelo pase a ser urbano, nuestro activo vale muy poco, no cubre las derramas de la junta + los intereses pagados por el credito + los gastos de la cooperativa + los del seguro etc.
Una vez que el suelo sea urbanizable, ya es otro cantar. Seguramente se recuperaría bastante.
Y lo curioso es que, cuantos más se dan de baja, menos derramas hay, menos dinero para pagar a la junta + intereses + etc, y más probabilidades hay de ser morosos y que la cooperativa se declare en quiebra.
Por supuesto, si un juez decide ejecutar la venta del terreno para pagar a un ex-socio, la quiebra está asegurada, y lo mismo que el ex-socio se quedará sin cobrar porque primero son los bancos, luego la junta, luego el resto de acreedores, y los últimos los socios.
Asi que las opciones son claras:
1) no hacer nada y rezar para que no se disuelva la cooperativa, y cobrar dentro de 3-10 años.
2) denunciar, ir a juicio, que el juez mande vender el suelo, se declare la quiebra, y no cobrar nada o practicamente nada, al igual que el resto de otros socios.
Decidme, que opción eligiriais vosotros?