Pasan los años y el famoso callejón sigue ahí: ha caído uno de los muros, pero continúan los baches y la ausencia de aceras. El callejón soporta un tráfico intenso de peatones y automóviles, lo que genera situaciones de riesgo por su estrechez, tal y como muestran las imágenes. Desde hace años el planeamiento urbanístico prevé su ensanchamiento, pero los conflictos entre los propietarios y el Ayuntamiento se eternizan sin una solución. ¿Hasta cuándo?
Calle Polvoranca (Callejón de los marianistas)