Pero CarmenU, alma de Dios, ¿cómo pretendes que homenajeen al profesor si le han dado la patada?. Lo que menos querrá la dirección del centro es verle por el colegio. Hasta habrán metido sus libros y sus reglas en una caja para enviárselo todo a a su casa, junto con los guantes. Si encima es socio y tiene, como dicen, 70000 euros en el tinglado accionarial del colegio hasta igual le han convencido para que pida una baja o una excedencia y no tener que despedirlo: así al infeliz ni se le paga la indemnización correspondiente a lo que probablemente será un despido improcedente, ni les va a dar guerra, de manera inmediata, para que le devuelvan el dinero el dinero que ha puesto.
Los profesores de la privada concertada son, en cierto sentido, los parias de la profesión, de lo que ellos son conscientes: menor remuneración, más horas lectivas y no lectivas, ausencia de una carrera docente, etc. Pendientes en todo momento de las ocurrencias y caprichos de la dirección, de los padres... Se hace lo que sea para conservar el puesto; como si hay que cerrar los ojos ante abusos o, si se tercia, tocar los bongos. En cuanto a su formación, si se compara con los profesores de la enseñanza pública, que han tenido que ganar una difícil y muy competitiva oposición, las diferencias son muy grandes: ausencia de profesores con grado de doctor en los departamentos, cada vez más habituales en la pública, práctica nulidad de contribuciones en las revistas académicas, sea cual sea la especialidad, de pedagogía o de didáctica, etc.
De los reflejos que dices que no entiendes de los que han saltado con lo de la libertad de elección , la libertad de despido y demás, sin que viniese a cuento, deben ser de los que hace años leyeron Libertad de elegir, de los difuntos Milton y Rose Friedman, o algún otro panfleto similar y todavía lo están digiriendo. Y mira que soy un entusiasta de la iniciativa privada en todos los ámbitos; pero el modelo educativo que tenemos con todos estos colegios alimentados, como plantas de invernadero, por fondos públicos coarta la iniciativa privada que persiga una enseñanza innovadora y de calidad, que no tiene que ser inasumible económicamente por la mayoría de las familias. Lo que se ha conseguido es que se mantenga, o incluso crezca, una gran red de colegios confesionales, paradójicamente en una época en la que las órdenes religiosas que las regentan están en decadencia o en extinción; y que incluso hace años algunas de ellas, como los jesuitas, decidieran retirarse de las enseñanzas primaria y secundaria, abogando por el fortalecimeinto de los sistemas públicos de enseñanza. Y que en los últimos tiempos vayan apareciendo empresarios de los sectores más variopintos que han visto un negocio fácil en la enseñanza y una oportunidad con el modelo actual: "Dame un terreno y un concierto y te construyo un colegio". Este parece ser el caso de este colegio, del que son propietarios, por lo que he leído en el foro, la misma constructora y otros empresarios procedentes de la promoción inmobiliaria sobre todo, que por lo que veo han conseguido también captar dinero de profesores desempleados.
El mismo nombre del colegio es significativo. Normalmente los colegios llevan el nombre de un ilustre científico, un escritor, un pedagogo, un santo, de un topónimo... Lo que sea que haga referencia a algo. Sin embargo, Antamira no significa nada, como no sea el prefijo que indica una marca corporativa: Antaladrillos, Antapuentes, Antacaldos... Antamira, Antaleches.
En múltiples ocasiones la cuestión no es la libertad de elección; es más bien el discernir en las causas por las que nos han elegido, lo que con seguridad los que han montado el colegio saben bien: un zona en crecimiento, sectores sociales medios... Ponemos la guinda de una potente promoción inmobiliaria en la que hemos participado construyendo un colegio; únicamente necesitamos que nos regalen el terreno y nos den un concierto, lo que será fácil si contamos entre el accionariado con personas cercanas a la Legión de Cristo, tan influyente.
En fin CarmenU, que tienes a tu chico en primero de secundaria y como te descuides cuando esté en cuarto ya vais toda la familia a Colón a escuchar las peroratas de Kiko Argüello sobre la crisis de la civilización cristiana occidental