Lo que más me gusta de estos hilos recurrentes sobre los excrementos caninos son las fehacientes, infalibles e incontestables "estadísticas" que algunos esgrimen, por no hablar de la multitud de licenciados en medicina que nos alertan de las terribles enfermedades que las mascotas transmiten, ¡ríete tú del ébola comparado con esto! Debo tener unas defensas estupendas, toda la vida conviviendo con perros y gatos y jamás he desarrollado ninguna de las terribles afecciones descritas en este hilo. Eso sí, constipados si pillo, pero supongo que eso no será por los que estornudan o tosen en cualquier lugar público sin taparse la boquita, ¿verdad?
También es muy divertido ver a estos adalides del civismo que, estoy completamente seguro, jamás han tirado un papel al suelo, tienen a sus hijos perfectamente educados para no molestar a los demás, respetan las horas de siesta y, por supuesto JAMÁS han incumplido un norma de tráfico...aunque si lo hicieran, tendrían una justificación cargada de razones y datos científicos para hacerlo.
Personalmente, y cuando saco a mis dos animalillos a pasear, llamo la atención a los otros dueños de chuchos si les pillo in fraganti, como al representante de las Fuerzas de Seguridad del Estado (sí, un policía nacional con su uniforme y todo) que suelta a su boxer a diario en el parquecito que hay entre la Avenida de la Circunvalación y la calle Oceano Atlántico (ese que parece un vertedero y que no merece la atención de nuestro estupendo servicio municipal de jardinería) para que deje unas ñordas del tamaño de una baguette. Lamentablemente lo único que conseguí fue un ladrido, y no fue del can precisamente...
Ah, acabando, y para los amantes de las estadísticas: dos años viviendo aquí y no he pisado nunca una caca en las aceras o en los parques que transito varias veces al día, casi todos los días del año.