Es increible lo que ocurre en este pueblo, unas personas muy trabajadoras, que han invertido mucho tiempo y dinero por dejar un sitio acogedor, y después de funcionar durante muchos años se les exige modificar horarios.
Cuando nadie entregaba las llaves del pádel se les utilizó a ellos, cuando no había servicio de cafetería en el fútbol y y en el pádel Miguel lo pone en funcionamiento, cualquier proyecto deportivo lo apoyaban para que saliera adelante, cada vez que los politicuchos de turno necesitaban un catering baratito, allí estaba el Miguel. Para dar a comer a los niños de los campamentos utilizamos a Miguel, cuando no interesa se lo quitamos, ahora que tiene el bar perfectamente montado, ahora te imponemos el cierre a las 21,00 horas.
Si no tienen más clientes es por culpa de lo desagradables que son los conserjes, (excepto uno) que han ahuyentado a todos los jugadores del pádel, que han emigrado a Daganzo, San Sebastian,etc, así ha quedado el ranking.
Se debería dar una solución al respecto, y si no es así, Miguel y Debo, seguro que montáis algo mucho mejor y sin la presión y el sin sentido de los políticos.
Si dejáis el bar que os paguen toda la pasta invertida y si no es así, llevaros todo lo que hayáis puesto. Que un montón de horas y pericia han dedicado padre e hijo.
Viva Sportbar.