Mira que da usted guerra, señor Cenizo:
Gracias por interesarse por el estado de mi intelecto. No se preocupe ya que se encuentra en plena forma. Tanto como para demostrar que es usted un bluff y un atrevido ignorante, en cuatro párrafos.
Alguien que se atreve a mencionar a Nietzsche en la misma frase que Wikipedia me da a mí que lo más cerca que ha estado en su vida de la filosofía ha sido cuando le contesta la Sócrates esa que anda por ahí.
Pero ya que le gusta hacerse el culto, tome nota, que le voy a dar la primera lección para que a partir de ahora pueda tirarse al rollo, al menos con sus cuñados en la cena de Nochebuena:
Filosofía para niños, capítulo 1.
La filosofía estudia variados aspectos de la existencia humana, basándose en el razonamiento. Aunque desde su primigenia práctica en la Grecia antigua hasta la actualidad ha tomado diferentes caminos, estableciéndose diversas tendencias, como en la religión, la premisa básica es establecer un argumento deductivo extraído de conceptos exactos, precisos y evidentes
Un ejemplo típico:
Si llueve se moja el suelo
el suelo está mojado
por lo tanto, ha llovido.
Como veis, se establece un antecedente, después un consecuente y se llega a una conclusión.
Ahora uno Típico (típico… Típico… ¿lo pilláis, niños?):
Si no piensas como yo, si ves la vida diferente a mí, si me llevas la contraria
tienes una visión irreal de la vida, eres un troll y apoyas a tal o cual partido del gobierno porque son tus amigos y porque estás chupando del bote.
En este caso, se llega a la conclusión directamente desde el antecedente; esto no es filosofía, niños, esto se llama especulación.
Os pondré otro ejemplo de razonamiento basado en la argumentación deductiva:
Se pasan el día escribiendo en el foro, abren hilos repetidos constantemente, a ser posible con letras mayúsculas, de temas manidos que siempre encuentran vociferio entre el populacho. Sus críticas sólo van en una dirección y siempre tienen una connotación política y una intención destructiva. Estos temas son, principalmente, los jardines y la limpieza, los atascos, el instituto y la construcción de la biblioteca y de varios edificios, este último en menor medida porque para hablar de ello hace falta un mínimo de información.
Los que saben cómo va esto saben que siempre hay una clara intencionalidad política en este tipo de actuaciones.
Detrás de todos estos nicks se esconden personas afines a un partido con la intención de crear opinión, agitar y manipular a los demás.
Aquí si que se cumplen todas las premisas de la argumentación razonada.
Ah, ¿que os os habéis quedado con la intriga, niños? Decidle a papá o a mamá que abran el buzón y os lean un panfletillo de color naranja que os han debido de introducir estos días.
Venga a la cama, que ya seguiremos.
PD: No recuerdo exactamente el enunciado pero sí que había por ahí una tesis de un estudiante de filosofía que se basaba en la siguiente cuestión: “¿Por qué las argumentaciones más estúpidas, adornadas con un lenguage pedante y pomposo, son las que más respuestas obtienen?”
PD2. Sin ser un experto me parece que se ha liado usted. Nietzsche no hablaba de la negación de la realidad sino de la negación de la consecuencia para establecer la conclusión. Negar la realidad sería negar el antecedente y por lo tanto no se puede siquiera comenzar el razonamiento. Era algo así, ¿no? Es lo que tiene hablar de oído de filosofía, de los atascos y de tantas cosas. ¿Por qué no se centra en las cacas de perro, que seguro que de eso podría hacer usted otra tesis? O de cómo perder dos Champions en el último minuto… (sí, lo sé, estoy siendo muy malo...)
PD3: Sé que estará usted muy ocupado paseando al chucho con su chándal de Pryca, contando caquitas por los parques y haciendo fotitos. También tendrá que lavar el coche, sacar a la señora a tomar el aperitivo y llevar a los niños al Burguer King. Y hace usted bien, qué coño, que para eso tlleva trabajando toda la semana y aguantando lo mal que está todo. Pero seguro que encuentra un rato para husmear en la wikipedia y prepararse una extensa respuesta cargada de pedantería de esas que tanto impresionan a su legión de seguidores.