...otro año!
Cuando compramos la casa sobre plano, había una bonita maqueta en Hercesa. Junto al Cementerio había proyectada una Iglesia. Lo del Cementerio no nos gustó mucho, pero sí dijimos que iba a ser el sitio más tranquilo de Paracuellos.
Año 2008. No sé cómo cambió la ‘Iglesia’ a ‘Recinto Ferial’. Lo primero que nos tocó fue tener una enorme jaula de leones de un circo a 5m de nuestras casas, con sus olores y rugidos día y noche. El elefante dejó una parte del césped tan fulminada que no creció una mala hierba en años. Fuimos noticia en el telediario de Telemadrid. Muy normal, no era.
Año 2019. Con la construcción de las nuevas casas, a un pelín más de distancia de lo que estuvo el famoso circo, están instaladas las atracciones. Peste a gasoil y las casas retumbando hasta las 4 o las 5 de la mañana. No se oye música, señores, retumba todo durante 15 laaaaargos días.
No voy a dejar de reflejar aquí lo mal que me sentí con mis hijos hace un par de años, cuando pasamos cerca de la plaza de toros y tenían un camión cargado de toros que aún se movían por los estertores. En estos últimos años, los jóvenes se metían a la plaza por la noche. Una nueva utilidad, por lo visto. Me fui un día sobre las 4 de la mañana y vi el panorama desolador: casi no había nadie, chavales bolingas subiéndose a los retrovisores de los coches por hacer el gracioso y música para todos.
En estas casas hay bebés, ancianos, enfermos, gente que trabaja en otras localidades, estudiantes que se juegan asignaturas en los exámenes de finales de junio, otros que se juegan su futuro en la Universidad en los primeros días de julio… No tenemos derecho al descanso ni a dedicarnos a lo que queramos.
Las fiestas deben hacerse LEJOS de las viviendas. ¿Es tan difícil entenderlo? En este pueblo se respira falta de respeto a espuertas y esto no cambia. Una pena.