Lo más lamentable de todo esto es la cantidad de idiotas que dejan sentenciado el tema con "el cumplimiento de la ley", como si eso fuera cosa divina y como si de paso satisficiera un ramalazo de envidia: "anda y que se jodan", cuando van a ser víctimas secundarias.
Una ley que no produce beneficios (salvo satisfacer malos instintos de envidiosos) y sí perjucios, debe ser modificada, no seguida de forma ciega.
El consistorio piensa en su seguridad jurídica (miope) y cree que en cuatro años nadie se acordará de esto; pero me temo que no hay adaptación posible a 1000 plazas menos en un municipio en el que el vehículo privado es una necesidad imperiosa por la nulidad del transporte público.
La mayoría haremos caso omiso a esta imbecilidad; otro tanto cancelará el vado, y todos, cada vez que nos veamos imposibilitados para para ocupar una plaza pública, mantendremos en mente el careto de este Moisés a quien se le llenó la boca con la Tierra Prometida y solo acierta cuando sigue lo progamado por sus enemigos y antecesores.
¡No toméis más inciativas!