No, simplemente me saludan cuando entro y cuando salgo, no me persiguen por los pasillos y cuando hay un malentendido (que ocurría muy a menudo ya que el chino chico de arriba no tenía ni idea de español) no me tratan a gritos.
El chino de arriba vendía cosas caducadas y cuando uno decía que las pipas estaban rancias y le mostraba la fecha de caducidad, decía que no. Y gritaba.
El chino de abajo, te deja hasta cambiar las cosas si no te sirven y las devuelves en buen estado.
Son muy amables, y si no entienden algo, cosa rara, no te gritan como el chino hombre de arriba.
Por cierto, dime donde reciben con pancartas, pompones y canapés, como a tí, que me gustaría mucho.