Bueno, pues por fin he ido y puedo contar mi experiencia.
He estado dentro que es la zona en la que no se fuma, en la terraza sí se puede fumar.
El sitio me ha parecido que está bastante mono, funcional pero bien.
Hemos comido menú y nos lo han servido muy rápido, nada que objetar a la rapidez salvo que creo que para conseguirla, tienen la comida preparada desde mucho antes y la pizza estaba recalentada.
Bueno, la comida:
hemos tomado el antipasti que era una especie de guiso de alubias, te ponen muy poquitas en un cuenquito, pero bueno, algo caliente para preparar el estómago sin más, me ha parecido bien y estaba rico.
De primero yo he elegido ensalada césar y mi marido provola. Ambas cosas estaban muy ricas y logradas. Tampoco es que sea nada difícil de preparar, pero estaba muy bueno
De segundo la cosa ha ido peor. Las raciones con unas proporciones raras, por ejemplo, mi marido ha pedido lasaña, y con el trocito que te ponen no come un adulto normal y sano ni de coña. Yo he pedido la pizza ortolana que básicamente era margarita con un par de rodajas de calabacín y una de berenjena, nada más, eso sí, grande grande con lo que le he dado a mi marido la mitad. Pero no la he encontrado especialmente rica. Es un poco raro que en un italiano las pizzas sean tan flojas.
El postre bien, un tiramisú y un brownie. Nada del otro mundo pero correcto. Con pan y bebida 11 eur. Me parece que el precio es muy razonable.
Otro día probaré la carta.