Mi experiencia de ayer;
Llegamos dos adultos con 4 niños y nos sentamos en la terraza, la mesa estaba recogida pero sucia, llamamos al camarero y a los 5 minutos aparece por nuestro sitio (solo había 6 mesas ocupadas), el chico estaba solo y de esto no me quejo, pero apunto el dato. Nos toma nota de la bebida (1 jarra de cerveza, 1 coca-cola, 1 trina, 1 zumo de piña, 1 fanta de limón y 1 botellita de agua) y nos la trae junto con un bol de “triskys” con el fondo lleno de miguitas de patatas (vamos que el bol era reutilizado) cuando a la mesa de al lado que estaba una pareja sola le ponen un bol de patatas y un plato de aperitivo. Pedimos la carta para cenar algo y cuando lo tenemos decidido se lo pedimos al camarero, 2 kebabs de cordero (no les queda cordero), bueno pues pedimos 2 perritos calientes, 2 sándwich mixtos y 1 sándwich con huevo y 1 vegetal, a los 5 minutos llega el camarero para decir que no tiene huevos (para el sándwich), pues nada segundo cambio, que sean dos vegetales. El tiempo de espera para el pedido un poco largo, pero de eso tampoco me quejo. Nos traen la cena y las patatas que acompañan a todo están fritas, por ser un poco generoso, desde el mediodía, pero el sándwich vegetal es lo más insípido que he comido desde que hice la mili, le pedimos mahonesa y le tuvimos que echar 3 bolsitas a cada sándwich para poder saborear algo, el contenido era lechuga con los bordes un poco negros (tuvimos que quitar los bordes con los dedos), una “rodajita” de tomate y 3 tozos de huevo duro, sobre pan de molde tostado. Me suele dar corte quejarme en los sitios, pero esto no lo podía dejar pasar y la amiga con la que fui a cenar tiene bastante más carácter que yo y esta sí que no se cayó, se lo dijimos al camarero y la única respuesta fue que tomaba nota, pues nada si es verdad que él ha tomado nota nosotros también para no volver a este sitio y eso que me desde que cambio de dueño había oído hablar bien de él, pero era a un conocido de los dueños.