Lo del aire acondicionado, evidentemente, era una exageración.
Hay muchos profesionales que podrían gestionar el tema de suplidos por servicios no previstos (gestorías, asesores contables, etc), y creo que hay muy pocos que lo hacen así. Normalmente estos gastos son conocidos, con bastante aproximación a la realidad, (salvo casos excepcionales que, evidentemente, los hay), por lo que ya van incluidos de alguna forma en la factura de servicios.
Cualquier relación mercantil cliente-proveedor debe estar basada en dos pilares, la satisfacción por el trabajo realizado, y la confianza mutua.
Y es en ese sentido que yo prefiero (esto no deja de ser una opinión personal), una tarifa de servicios que incluya la totalidad de los mismos, y no tener que estar mes a mes analizando estos costes.
Eso no quiere decir que el otro sistema sea descartable, ni mucho menos, aunque tiene sus inconvenientes, como por ejemplo, cómo se calculan los costes de los consumibles informáticos, o del material de oficina, o del teléfono (no parece muy lógico que se tenga que cobrar por esto, cualquier profesional tiene un teléfono, una conexión a Internet, gastos de material de oficina por tener un despacho abierto, etc).
Resumiendo, NO critico el sistema de suplidos, pero creo que es más sencillo y claro el de una tarifa de servicios global.