Gracias por la respuesta. La verdad es que aplicando el sentido común estamos resolviendo la cuestión en la misma línea que indicas, y la cantidad la estamos colocando en el congelador, a la espera de ver qué pasa.
El problema es que aquí no hubo una petición de estado de deuda por parte del vendedor, que además da la casualidad de que es un "banco malo" que se hizo con el piso por adjudicación de una hipoteca de su "banco bueno" matriz, aprovechándose de la ruina del anterior propietario.
La verdad es que el nuevo propietario no ha presentado acreditación, pero parece notorio que es el nuevo propietario por varios indicios.
Ante la falta de documentación, yo tampoco tengo ningún interés en indagar si comprador y vendedor estaban al tanto de esta circunstancia (intuyo que ninguno de ellos se lo planteó).
Lo más práctico (y creo también que lo más justo) será dar unos meses de margen durante los que el nuevo propietario pague las cuotas, y despues de un periodo razonable, dejar de cobrarle cuotas hasta que se liquide el exceso. Pero siempre habiendo alcanzado con él el compromiso de que en el caso de que el banco malo reclame el exceso, el nos haga un reconocimiento de la deuda.