En ese caso, podría ser una buena idea revisar los documentos legales de la comunidad, como los estatutos y actas de reuniones, para ver si hay alguna indicación sobre quién debería hacerse cargo de los desatoros. Específicamente, fíjate en cómo se manejan los costos asociados y si hay disposiciones sobre la responsabilidad de la constructora, considerando que tienen un garaje privado.
Además, podrías hablar directamente con la constructora para entender su perspectiva y si estarían dispuestos a asumir algunos costos, especialmente si el problema tiene que ver con la construcción o diseño. La comunicación abierta a veces puede aclarar las cosas y encontrar soluciones.
Si el seguro de la comunidad cubre el primer desatoro anual, sería útil averiguar qué sucede en casos adicionales. No obstante, si las cosas se complican, tal vez valga la pena considerar obtener asesoría legal para entender completamente los derechos y responsabilidades de ambas partes.
Finalmente, si la comunidad se ve afectada y las soluciones no son claras, podrías plantear el tema en una reunión de propietarios para discutir y tomar decisiones colectivas.