Los silencios de El Pocero

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Los silencios de El Pocero
POR CARLOS HIDALGO. MADRID
Había expectación, mucha, más por cómo se diría que por el contenido en sí de la convocatoria. Francisco Hernando, «Paco el Pocero» para amigos y enemigos, desgajó uno por uno en su primera rueda de prensa todos y cada uno de los tópicos que han hecho de él el más polémico de los «señores del ladrillo».
Moneda de dos caras que nunca cae de canto, «El Pocero» lanzó una diatriba de hora y media contra el alcalde de Seseña, Manuel Fuentes (IU), quien ha paralizado la concesión de más licencias para el macroproyecto de El Quiñón. La principal razón: por ahora, no parece que vaya a haber agua ni siquiera para la primera fase de viviendas de esta polémica urbanización, que se debería entregar en el primer semestre del próximo año.
El escenario no podía ser otro: su enorme despacho en el pueblo toledano, del que hubo que apartar su mesa de trabajo y la cinta de correr que comparten espacio con la Medalla al Mérito del Trabajo, concedida cuando Eduardo Zaplana era ministro.
Decenas de reporteros se apiñaban en la estancia, algunos subidos de pie a las silla, para captar la imagen de «El Pocero», que compareció acompañado de dos de su hijos, Francisco y Mónica, y del abogado de la empresa Onde 2000. Se repartieron catálogos del megaproyecto y documentación -eso sí, convenientemente interpretada- sobre su tramitación.
No quiso responder a ABC

Y llegaron las preguntas. Muchas. Aunque hubo una, la de ABC, que no fue respondida. Así contestó cuando se le preguntó sobre un presunto trato de favor del ex ministro y ex presidente de Castilla-La Mancha, José Bono -para quien Hernando trabajó en su hípica Almenara-: «¡Da la cara, que eres muy alto! ¡Olvídate del señor Bono ni de nadie! No quieras sacar otras cosas. Luego, apunta lo que te dé la gana, que eres de ese tipo de periodistas «estrella»». Lo dicho, pregunta sin respuesta.
Pero hubo más: su abogado anunció que, cuando la Fiscalía Anticorrupción -que investiga el presunto trato de favor y la aprobación del PAU- decida si continúa o no con el avance de las diligencias, se planteará presentar una demanda por reclamación de daños. Se basa en las supuestas pérdidas de ventas a raíz de la denuncia presentada por IU. Así, «Paco el Pocero» indicó que reclamará a ese partido «entre 3.000 y 4.000 millones de pesetas» -nunca habla en euros- por esa bajada de ventas, además de otros 6 millones de euros por la campaña de publicidad de seis meses que deberá llevar a cabo «para restablecer la imagen de la empresa».
«El Pocero», que leía su discurso en unas cuartillas, dejó algunas «perlas» más: «Me acusan de tener a dos concejales del PSOE trabajando en mi empresa, lo cual es cierto. ¡Pero tienen derecho a trabajar en algún sitio!» ; «Cuando llegué a Seseña, hace nueve años, no había nada: sólo un señor con un carro y otro con un burro» ; «Soy un hombre muy católico, aunque no voy a misa» ; (Sobre el alcalde) «Su tipo, su cara y su aspecto son desagradables» ; «Les está buscando la ruina (a los empleados de Onde 2000)» ; «Yo hago estas viviendas para los jóvenes españoles», y «el alcalde quería, además de una iglesia, otra para los moros».
Por cierto, «El Pocero» está pensando presentarse como acusación particular en el «caso Ciempozuelos». Que tiemblen Torrejón y Tejeiro.
El polémico constructor del megaproyecto de Seseña dio ayer su primera rueda de prensa: leyó mucho, habló más, pero contó poco que no se supiera. Eso sí, pedirá a IU hasta «5.000 millones de pesetas» por pérdidas