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¿Están las gestoras de cooperativas adulterando el mercado de viviendas de protección oficial en Santiago?
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LA VOZ DE GALICIA
Los promotores denuncian que gestoras de cooperativas «adulteran» el mercado
La asociación provincial Aproinco considera que la situación es insostenible y exige medidas correctoras
Piden limpieza en el sector de la protección oficial y que no se engañe a los compradores
Ignacio Carballo santiago ImprimirVolver
PACO RODRÍGUEZ
El libre mercado de las viviendas de protección oficial en Santiago está «controlado» y «adulterado» por empresas privadas que gestionan a las cooperativas de viviendas. Esta es una de las conclusiones que extrae la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco) de un exhaustivo análisis del sector en la capital gallega y su comarca. Los promotores aseguran que estas gestoras, que han desarrollado la práctica totalidad de los suelos residenciales de protección en la ciudad, actúan «impunemente» y por cuenta y riesgo de los socios cooperativistas.
Aproinco denuncia que esta «situación irregular» del mercado de la vivienda nueva perjudica gravemente a los derechos de los compradores y ante la previsión de que en los próximos suelos a desarrollar sigan actuando estas gestoras exige a las autoridades «que tomen las medidas esperadas por los compradores potenciales, mejorando así la imagen del sector y asegurando el progreso de la ciudad».
Intereses ajenos
La asociación provincial de promotores alude a numerosas irregularidades que profundizan en lo apuntado en el Libro Blanco del Cooperativismo en Galicia, editado recientemente por la Xunta. Aproinco destaca que las gestoras actúan como promotores privados en distintas promociones «buscando el capital de los socios cooperativistas y `controlando´ cada proceso por un porcentaje, desde la compra alcista del suelo hasta la contratación directa de proveedores (arquitectos, constructoras y otros)». La asociación provincial afirma que por este motivo las gestoras «tienen intereses económicos ajenos a la voluntad inicial de cualquier cooperativa».
Entre las situaciones irregulares detectadas, Aproinco alude asimismo a «los sobreprecios ilegales, el tráfico de listas (sin cumplir el requisito legal del libro de socios expectantes), la interminable demora en la entrega de las viviendas pero la exigencia de cobros anticipados (incluso antes de constituirse la propia cooperativa), la realización de mejoras pagadas con sobreprecios incumpliendo un estándar de calidad digno, el control y dominio de los supuestos intereses cooperativistas por las gestoras profesionales, etcétera».
La asociación de promotores asegura asimismo que existe «una trama en donde se repiten los nombres propios, como los de arquitectos, apoderados de las gestoras, personajes con cargos públicos, constructoras habituales, todos ellos con vinculaciones directas afectando al desarrollo normal del sector de las viviendas de protección.
«Aproinco quiere mantener la limpieza del sector y defender a sus posibles clientes, al comprador final de la vivienda, de posibles engaños», explica Juan José Yáñez Martínez, gerente de esta asociación, quien concluye que las gestoras de cooperativas deben tener el mismo trato que los promotores privados, con los mismos deberes y obligaciones, tanto económicos como jurídicos.