En el Pleno celebrado ayer día 11 de diciembre solicitamos que el Ayuntamiento de Aranjuez instara a Adif para que se acondicionara provisionalmente el apeadero de Seseña con el fin de que pudiera ser utilizado por los vecinos del barrio de la Montaña, en tanto en cuanto no mejoraran las comunicaciones de este parte de la ciudad con la estación ferroviaria así como la línea C-3 de cercanías. Aunque se han producido algunas mejoras en cuanto a la accesibilidad, como el arreglo de un tramo de la M-305 y la mayor -aunque aún insuficiente- frecuencia en el paso de los autobuses que conectan el barrio con el centro y la estación, los vecinos siguen encontrando dificultades para acceder rápida y eficazmente a la estación, sobre todo en hora punta.
La glorieta norte no tiene visos de ser construida próximamente y las obras del tan prometido arreglo de la entrada por el Puente Barcas -que aún no ha comenzado- amenazan con colapsar todavía más un acceso que seguirá saturado de vehículos aún duplicando las calzadas ya que sigue siendo insuficiente para una ciudad de 60.000 habitantes.
En cuanto a los accesos peatonales o ciclistas, pese a que también han mejorado con el acceso peatonal a las Doce Calles siguen siendo precarios ya que obras tan necesarias como la extensión y conexión de los carriles ciclistas o las obras del puente verde peatonal están durmiendo el sueño de los justos en algún cajón.
Hace dos años existía un proyecto del Ministerio para desdoblar la línea C-3 de cercanías, segregando el tráfico de mercancías del de viajeros y aumentando las frecuencias de este último y trasladar el viejo apeadero de Seseña. Sin embargo, este proyecto ha sido paralizado sine die por falta de fondos, por lo que sería perfectamente factible retomar la propuesta para que este apeadero pudiera ser utilizado por los vecinos de la zona norte de Aranjuez, ofreciéndoles más opciones ya que la accesibilidad al mismo es mejor y más fluida que a la propia estación de nuestra ciudad. Además de ser beneficioso para estos vecinos, supondría eliminar parte del tráfico que sufre la entrada norte por el puente barcas y los accesos inmediatos a la estación ferroviaria, sobre todo en aquellas horas con mayor afluencia de viajeros.