Por si acaso alguien no ha visto esto en Levante:
Detrás de la nueva Fe, en el gran espacio que queda libre hasta la V-30, se trabaja a toda máquina para levantar un nuevo barrio para la ciudad, con dos mil viviendas, zonas verdes y servicios urbanos que pueden atraer a miles de personas a vivir allí en los próximos años. Se trata de la promoción bautizada por AQ Acentor como «Turianova», el macroproyecto que complementa en esta zona de la ciudad el enjambre de torres que, por otra parte, ha nacido en los últimos años a este lado de la nueva Fe, en el barrio de Malilla, donde se alojarán algunos miles de personas más.
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Y ese es uno de los problemas, la avalancha de gente a una zona relativamente concentrada del sur de la ciudad. Porque igual que se necesitan viviendas, se necesitarán servicios públicos, como colegios, centros sanitarios, bibliotecas o espacios deportivos. Y eso por no hablar del transporte, que desde que se construyó la nueva Fe es una de las grandes carencias de esta zona. El propio Ximo Puig anunció la prolongación del metro hasta la Fe como uno de los hitos de su política en los próximos años.
Para la Asociación de vecinos de Malilla, resulta «incomprensible» y hasta «indignante» que a estas alturas nadie haya pensado en ese problema. Su presidente, Alfonso Cortés, recuerda la lucha que mantienen desde hace años por el centro de salud para el barrio. Y su presagio es que «cuando hagan el centro de salud ya se habrá quedado pequeño».
A su juicio, el barrio necesita servicios, y con la avalancha de personas que pueden ir a vivir a las nuevas urbanizaciones más aún. Colegios, centros de salud y transportes son los más necesitados y, además, «allí hay sitio para hacerlo todo». Sin embargo, a día de hoy «no se ha hecho nada». «Cuando empezaron (las urbanizaciones) ya dijimos que no había servicios de ninguna clase y le mandamos un escrito al ayuntamiento, pero ni siquiera nos han contestado», lamenta.
Cortés recuerda que los agentes urbanizadores o los promotores entregan suelo al ayuntamiento para dotaciones públicas, pero «luego si hay que hacer un colegio o un centro de salud tiene que ser la conselleria la que lo haga». Y lo mismo pasa con el transporte, que requiere de la participación de la Generalitat y del ayuntamiento, según hablemos de metro o autobús urbano.
«Pero si no se ha hecho aún el centro de salud de Malilla, ¿qué van a hacer aquí?», se pregunta el portavoz vecinal, quien no duda en asegurar que están «muy quemados con todo esto».
Tanto es así que para los próximos meses preparan movilizaciones vecinales. Concretamente, proyectan una nueva manifestación a finales de noviembre o primeros de diciembre. La pandemia es lo único que los frena en este momento, pero están decididos a hacerlo.
Alfonso Cortés, explicó que han contactado con una nueva asociación que hay en el barrio, «Construyendo Malilla», que está formada por gente joven y que reparte comida a los más necesitados. «Vamos a ver si se unen a nosotros para hacer estas movilizaciones», dice. Y en paralelo han pedido a la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos, María José Broseta, que prepare una entrevista con los responsables de Urbanismo para hablar de tema.