Hola a todos.
No es agradable escribir para estos menesteres.
Muchos recordaremos a Capilla dentro de su furgoneta recorriendo las calles de nuestra urbanización a horas en las que debería haber estado durmiendo, otros lo recordaremos de una manera más personal por nuestro trato dentro y fuera de su ambiente de trabajo.
Estoy convencido de que nos acordaremos mucho de el, no era perfecto, ni lo intentaba siquiera, ni falta que le hacía.
Solamente se dedicaba a ejecutar su trabajo con honradez y con un amor própio que le honraba, exactamente como si trabajara para el mismo, mucho podemos aprender de el.
Ahora esté donde esté a mi solo me queda decirle. Te quiero Capi.