Te dejo un artículo de un periódico de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Aunque en este caso la ley de no poder cobrar el complemento formativo, para los colegios subvencionados en Andalucía . En dicho artículo encontrarás la ley educativa que prohibe que a los colegios subvencionados cobrar dinero a los padres por la educación de sus hijos.
Unos lo camuflan como ayuda para la asociación de padres y madres, otros como gastos de material o como actividades complementarias en horario escolar. Decenas de centros concertados andaluces cobran hasta 200 euros al mes por servicios de pago obligatorio para los padres, pese a estar subvencionados por la Junta. Educación reconoce tener constancia de esta situación que califica de "ilegal", pero advierte de que si los padres no denuncian, la administración no puede intervenir. El sindicato CC OO considera que la Junta debería "actuar de oficio".
Esther Medrano solicitó plaza para el próximo curso para su hijo Pablo, de tres años, en el colegio concertado La Compañía de María, de Sevilla. Prefería uno público, pero el que le correspondía por zona no tenía comedor y tuvo que descartarlo. Visitó el resto de centros a los que podía aspirar por cercanía a su domicilio, todos concertados, y se decantó por la Companía de María, uno de los más demandados de la capital.
"Se supone que tuve suerte, porque el niño entró por sorteo y muchísimos se quedaron fuera", cuenta. Unos días después, recibió una carta del colegio en la que se convocaba a los padres a una reunión para informarles del "ideario, funcionamiento, uniforme y régimen económico del centro".
En ese encuentro, el administrador del colegio comunicó a los padres que mensualmente tenían que abonar una cuota de 50 euros para el mantenimiento del centro, 10,83 euros para clases de inglés obligatorias, 23 euros para material escolar y otra pequeña cantidad para gabinete médico y psicotécnico. "Nos dijo que en total suman entre 90 y 100 euros al mes". A esa cantidad, Esther debe añadir seis euros diarios de comedor, un servicio que en los colegios públicos ronda los tres euros. En total, entre comedor y otras cuotas, el colegio de Pablo costará a sus padres alrededor de 220 euros al mes. "En mi caso, puedo pagarlos, pero no quiero. Me indigna tener que hacerlo porque no es el colegio que quería", cuenta Esther, que está a la espera de que mañana se publiquen las listas definitivas para saber si quedan plazas en algún centro público no muy lejano a su domicilio en el que puedan admitir al niño.
Cantidades "abusivas"
El caso de este colegio de Sevilla no es único en Andalucía. Según el responsable de privada y concertada de Enseñanza de CC OO, Antonio Delgado, el cobro de cuotas obligatorias "no se da en todos los privados concertados, pero sí en la inmensa mayoría", pese a ser una práctica prohibida. Para Delgado "la administración tendría que tomar cartas en el asunto". "Sabe de sobra que eso pasa, que se cobran cantidades abusivas y si no hay denuncias debería intervenir de oficio", advierte Delgado.
El representante sindical afirma que ya le han planteado esa queja a la administración. "Pero en la enseñanza privada y concertada no tenemos un foro adecuado para debatir con la Junta. Hemos pedido a la administración que cree una mesa sectorial como la de la enseñanza pública para poder hablar de estas cosas" se queja Delgado.
Los responsables de los centros justifican estas cuotas en que el dinero que les da la administración no les basta para cubrir costes. "Ojalá el concierto nos supusiera que estamos al 100% subvencionados, pero no es así", explica Miguel Ángel Yoldi, el administrador de la Compañía de María.
Yoldi reconoce que el colegio cobra 50 euros al mes para gastos varios como el salario de los empleados de la limpieza, los gastos de electricidad, agua y teléfono y el alquiler del edificio del centro, ubicado en una de las zonas más caras de Sevilla. La Junta prohíbe a los centros "imponer" a los padres aportaciones "obligatorias". Pero las de la Compañía de María, como las que cobran otros concertados, llevan la etiqueta de "voluntarias". No obstante, la pagan todos los alumnos, 918 en el caso de este colegio. "En la reunión nos dijeron que era voluntaria entre comillas. Que en verdad era obligatoria", asegura Esther. El administrador del centro lo niega: "Cuando algún padre nos plantea que es mucho dinero le explicamos nuestros gastos y lo entienden. Por eso todos pagan", afirma Yoldi, que trabaja en el centro desde hace 18 años y advierte de que cuando era privado estaba económicamente "más desahogado".
"Pero apostamos por una educación de calidad con el menor coste posible para los padres y por eso nos acogimos al concierto. Si no conseguimos cubrir los costes, a lo mejor nos tendríamos que plantear volver a ser privados, pero a los padres les iba a resultar menos económico". En Primaria y Secundaria, según Yoldi, cada alumno le cuesta a sus padres 68,11 euros al mes. El Bachillerato, que no está concertado, cuesta 297 euros mensuales.
¿Pero son legales las aportaciones que pide el colegio? José María Fernández, secretario general de la federación Española de Religiosos de la Enseñanza (Fere) asegura que "en ningún centro" hay cuotas obligatorias y que "sólo se cobran las actividades extraescolares y las actividades y servicios complementarios". "Si un padre no las quiere, no las paga", explica. ¿Pero es legal cobrar una cuota mensual para luz, agua o alquiler? "No se pueden cobrar costes que vayan para funcionamiento y mantenimiento del centro. Si alguien lo hace es a espaldas nuestras", asegura Fernández.
Donaciones y obligaciones
El decreto de escolarización de la Junta advierte de que los centros privados concertados "en ningún caso podrán percibir cantidades de las familias por recibir las enseñanzas de carácter gratuito, imponer a las familias la obligación de hacer aportaciones a fundaciones o asociaciones, ni establecer servicios obligatorios asociados a la enseñanza que requieran aportación económica". Según esta norma, ningún centro puede imponer cuotas, por eso los responsables de los colegios se afanan por subrayar que ellos sólo piden aportaciones "voluntarias".
Muchos centros religiosos han regulado donaciones para mejorar el colegio o ayudar a la orden. En los Maristas de Granada los padres pagan 50 euros al año. Estas donaciones están reguladas y se pueden desgravar en la declaración de la renta. "Es voluntaria, pero todos la pagan", señala un portavoz del centro.
Los padres de otros centros que piden donaciones coinciden en que no les obligan a abonarlas. "Conozco a gente que no la paga", cuenta una madre de los Maristas de Sevilla, donde la solicitud de donación asciende a 180 euros por curso. Lo que sí pagan todos los alumnos de este centro son 230 euros por año en conceptos como orientador, actividades deportivas y servico médico. "Nadie se atreve a no pagarlo", advierte esta madre.
Parecido es el caso del colegio las Esclavas de Córdoba, donde abonan 195 euros al año, o las Esclavas de Sevilla, en el que los padres pagan 46,5 euros al mes para actividades y servicios complementarios y material. "Sé que no es legal, pero los pago. El nivel es bueno y no queremos señalarnos porque queremos que las niñas estudien allí. Desgraciadamente, la realidad es ésta", afirma una madre de este centro.