mentol dijo:anorum dijo:
resumiendo:
todos hemos sido niños. A todos se nos va educando en la infancia pero estamos en pleno proceso y por más que nos dicen, nos olvidamos del mundo y vamos a lo nuestro (aunque no queda en vano lo que nos enseñan, al tiempo lo adquirimos)
Los niños, por desgracia, tienen un "pito" en la garganta. Es increible que en vez de hablar gritan(cosa que nos es muy común a los españoles, por cierto)y cuando gritan, nos revientan los tímpanos.
Los niños actúan por instinto, por egoismo (para su bienestar) y por imitación. El instinto se le puede ir guiando, el ogoismo, administrando y lo otro... lo otro es de por vida. Asi que, hablemosles sin gritarle, no pisemos céspedes, levantémosnos para ceder asientos a las personas que lo necesiten, no tiremos papeles al suelo, ayudemos a cruzar a un anciano,etc si queremos enseñarles "las cosas buenas". Estamos perdiendo los valores, tanto los niños como los adultos(a ver si los recuparamos).
No soporto los gritos, pero si son a horas lógicas me aguanto y recuerdo que yo también gritaba. Si no, pues me cabreo, lógico. Tengo los gritos metidos en los oídos (Soy profe de primaria e infantil)y no me acostumbro a ellos, pero soy empática y en vez de enfadarme, les digo muy bajito: hablame sin chillar que si no, no te entiendo. Y no, no soy de educación física, soy de artística y no por eso somos menos inteligentes, es más los especialistas estamos capacitados para dar lo nuestro mas lo de los generalistas y los generalistas no pueden dar especialidades. Lo siento, esto solo va por uno (no recuerdo el nick) y si, me tocó en mi tema, por eso añadí este comentario.
Juer, vaya rollo os he soltado. Sorry
Ah y Marquel es una tía genial!!!
Lo mas bonito del mundo, la sonrisa de un niño
Hola Anorum!
En alguna oportunidad hemos coincidido antes en este foro, aunque por razones de tiempo suelo entrar poco y leo más de lo que escribo en él... pero este tema me ha invitado a hacerlo.
Decirte que estoy totalmente de acuerdo acerca deque una de las cosas más bonitas de la vida es la sonrisa de un niño (aclaro que no los tengo ni puedo tenerlos ya, pero sí tengo sobrino, hijos de amigas/os y he tenido y tengo muchos niños alumnos de teatro, ya que imparto clases de esa disciplina)...
No creo en absoluto que el comentario inicial de este hilo sea "porque los niños molesten" pero, como pasa casi siempre en los foros, alguna gente se va por las ramas o se siente agredida con subtextos que en realidad no existen y todo termina en una discusión dialéctica y poco aplicable a la realidad.
Dicho esto sólo quisiera manifestar que vivo en una comunidad donde hay muchos niños, de variadas edades... Tengo un trabajo "habitual" (léase, estable), con el cual pago mis necesiddes y obligaciones básicas, entre ellas la vivienda, que no es mía propia, por cierto, o sea que no tengo ni el poder adquisitivo ni los niños por los cuales "haber optado" por este tipo de comunidades de los alrededores de Madrid, sino que vivo aquí por cercanía con mi trabajo y porque las circunstancias de la vida así lo han determinado en este momento. Pues bien, que me levanto para trabajar a las 06.20 de la mañana, incluyendo algún que otro fin de semana y, después de 4 o cinco días de trabajo, sinceramente no sólo me apetece sino que "necesito" tumbarme un poco por la tarde antes de poder abordar mis demás actividades de clases o, simplemente poder quedar con alguien sin estar bostezando todo el tiempo. Lo dicho, hay muchos niños que juegan en el jardín e incluso, los días lluviosos, debajo de la ventana de mi dormitorio... y opino:
- que los niños tienen derecho a jugar, pero no a ser educados como salvajes, en algunos casos (otros son un verdadero encanto),
- que cuando yo era pequeña vivía en un barrio, jugábamos la mayoría de los niños en la calle, en casa o en la del vecino y, no obstante, nos educaban para que tanto nuestros abuelos, como los vecinos, pudieran descansar mientras jugábamos, y eso jamás nos quitó ni libertad ni espontaneidad,
- que los niños son, por naturaleza, respetuosos y sensibles, son las malas influencias o la falta de educación las que los hacen mal educados, irrespetuosos o caprichosos (he venido más de un día de lluvia del trabajo y un niño y una niña que no pasan los seis años han estado jugando bajo los soportales al tenis y se han detenido para dejarme pasar, incluso saludándome... que no me digan entonces que eso les quita libertad o los reprime),
- creo que es fenomenal que por razones de seguridad los niños puedan tener los jardines y juegos de estas urbanizaciones para socializar y jugar, pero también creo que deben salir y conocer que el mundo no se acaba entre estas vallas, que existe la sierra, el mar, los parques y, sobre todo, que hay "otros" niños, ni mejores ni peores, que viven de otra manera y disfrutan o no de otras cosas, porque eso les amplía el concepto del mundo y de la vida y no los encierra y circunscribe a una burbuja,
- creo que sería bueno que, además de saltar, correr, jugar a la pelota, andar en bicicleta, en monopatín o cualquier otra actividad deportiva, también los padres y las urbanizaciones pensaran un poco más en brindarles a esos niños actividades culturales, plásticas, intelectuales, ya que eso los hace mejores para concentrarse luego en los estudios y los ayuda a entender y respetar más el espacio y el silencio de los demás (y no estoy hablando sólo de actividades como la que yo imparto, sino también muchas otras),
- sinceramente, cuando estoy muy cansada, quiero echarme una siesta y juegan o gritan bajo mi ventana, llega un momento en el cual sus vocecitas, sus carreras y hasta el ruido de las ruedas de sus carricoches o motos de juguete se me vuelve parte del todo y ya no lo escucho... lo que sí escucho, en cambio, y más de una vez no me deja descansar son los gritos disonantes de algunos padres, porque eso sí se me despega de la "melodía infantil".
Por último: opino que los niños son maravillosos, mucho más maravillosos que muchos adultos, el único "problema", pues, de los niños, es que crecen y sería bueno reflexionar más en cómo queremos que sean de adultos, en todos los sentidos (con esto no me refiero sólo a sus propios padres sino también a sus maestros, a sus vecinos y a la comunidad en general, ya que somos un todo y nadie es ajeno).
Un saludo!