No sé si os dais cuenta pero todo este problema se debe a la pasividad que ha tenido la Junta de Compensación durante todos estos años. Las obras de urbanización tendrían que haberse terminado íntegramente hace ya bastantes años. Los promotores originales del suelo, con la tolerancia del Ayuntamiento, han ido posponiendo el cumplimiento sus obligaciones sine die hasta que ahora los que nos tenemos que comer el pato somos los vecinos (sí, nos tenemos que comer el pato porque de entrada la derrama se va a a girar a nuestro nombre en TODOS los casos, y luego el que consiga reclamárselo al vendedor del suelo, suerte para él, pero entretanto si esa deuda no se paga a ti te embargan la casa).
Personalmente, creo que es interesante estudiar las posibles responsabilidades que pueda haber aquí. Creo que no somos conscientes del escándalo que supone esta situación. ¿Por qué el Ayuntamiento no ejecutó en su día los avales y obligó a los entonces propietarios del suelo, ya en el año 2012, a acometer íntegramente las obras de urbanización pendientes, como era su deber?
¿Alguno de los foreros más veteranos tiene localizados los plazos de ejecución de que manejaban en el proyecto de reparcelación originario, antes de que empezara la cascada de sentencias anti-Valdebebas en septiembre de 2012? No descartaría de entrada una posible demanda de responsabilidad patrimonial al Ayto. por dejación de sus funciones, al margen de las denuncias que pueda haber contra las gestoras que no hayan informado debidamente a los cooperativistas de que esta situación podría producirse. En fin, que si Arriaga Asociados y compañía se ponen en faena, hay aquí caldo de cultivo para que lluevan demandas como con las preferentes.
Resulta gracioso que la Junta de Compensación se quede tan tranquila diciendo en su comunicado que los vecinos siempre podrán pedir cuentas “al promotor”, olvidando que, en Valdebebas, “el promotor” son en la mayoría de los casos los mismos vecinos agrupados en una cooperativa, cuyo consejo rector está formado asimismo por vecinos que tampoco tienen por qué tener conocimientos de urbanismo y que nunca sospecharon que años después de entregarles sus casas vinieran reclamándose deudas pertenecientes a promotores inmobiliarios desde hace más de una década.
Creo que hemos sido demasiado permisivos todos estos años y nos han tomado el pelo pero bien. Es totalmente anormal e insólito que en un proyecto de reparcelación existan miles de folios listando los nombres, apellidos, domicilios y valor de las propiedades de cada vecino, mientras el funcionario de turno tiene la suerte de poder ocultar su firma con un letrero que pone “LOPD”. Es absolutamente vergonzoso y kafkiano, y no existe en toda España un precedente como el que estamos viviendo en Valdebebas…