Ferias y rastrillos, consultoras inmobiliarias, agentes de la propiedad (API's), redes de franquicias, portales y buscadores propios y ajenos, folletos en la red de oficinas bancarias, sorteos de viviendas, redes sociales, misiones comerciales, jornadas de puertas abiertas, incentivos... Con la misión de vender, el elefante bancario lo ha probado todo en la cacharrería inmobiliaria tras su irrupción como agente vendedor hace tres años: desde colocar sus viviendas entre sus propios empleados, hasta colgar carteles en las ventanas de las casas con eslóganes como "Se vende sólo durante esta semana".