"El problema hace dos años era el fuerte incremento de los costes de construcción y la falta de mano de obra. A todo esto, se suman ahora la falta de existencias y el retraso en la entrega de algunos suministros. Aparatos de calefacción, grifos, sanitarios... No hay 'stock'. Y sin algunos de esos suministros se ralentizan o se frenan las obras". Quien habla es un ingeniero que trabaja con las grandes promotoras en España. Prefiere no revelar su identidad, pero transmite el sentir general de un sector, el inmobiliario, que había salido prácticamente indemne de la pandemia. El parón industrial sufrido en China ha tenido un efecto dominó sobre la producción de miles de bienes en el resto del mundo. La falta de semiconductores, por ejemplo, no solo ha retrasado la producción de coches o smartphones, también de electrodomésticos, aparatos de calefacción y aires acondicionados. Productos que llegan tarde y que provocan retrasos en todo tipo de obras. Desde una vivienda, hasta una oficina o una nave logística. La falta de materiales está provocando retrasos, pero no afecta a los plazos, de momento