La eliminación de la deducción por adquisición de vivienda a partir de 2011 para rentas superiores a los 24.000 euros, anunciada ayer por el presidente del Gobierno, repercutirá directamente en las arcas del Estado, que se ahorrará entre 3.500 y 4.000 millones de euros. Una medida con la que el 85% de los contribuyentes, 2,7 millones de ciudadanos, dejarán de tener ventajas fiscales, según recoge Finanzas.com