Buenos dias Vecinos..por decir algo..
Aqui os paso el enlace de esta noticia publicada hoy:
http://www.santurtzialdia.com/modules.php?name=News&file=article&sid=1563 ------------------------------------
La crisis del ladrillo ha vuelto a desatar la inquietud vecinal. Esta vez ha ocurrido en Santurtzi, donde la repentina marcha de una constructora ha dejado en la estacada a 160 familias que han pagado más de medio millón de euros por un piso en las Torres del Patronato, urbanización de lujo que se alza imponente a escasos metros del centro de la localidad. La mitad de las viviendas ni siquiera están acabadas y las que son accesibles presentan graves desperfectos que los propietarios aún no saben «quién asumirá». La tensión estalló ayer, cuando un grupo de vecinos, «cabreadísimos» por una situación que no tiene visos de arreglarse a corto plazo, arrancaron parte del vallado de la obra, provocando la intervención de la Ertzaintza.
La promotora Adreilu lideró hace más de cuatro años una ambiciosa urbanización que delegó en la constructora Vías. Fue sólo el comienzo de una tormentosa operación que ha sumado irregularidades con el tiempo. Tantas, que han desembocado en un conflicto entre ambas firmas «por incumplimiento de contrato», lo que ha detenido el proyecto y ha abocado a la primera a solicitar ante el juzgado una suspensión de pagos. Los operarios abandonaron la obra la pasada semana, sin haberla finalizado. La empresa Vías, a la que se ha dirigido este periódico, ha declinado dar explicaciones.
La situación es diferente en cada uno de los bloques de 12 alturas que conforman la promoción. La torre ´B´ está acabada, aunque tiene muchos fallos. Sólo parte de los pisos están escriturados y hay quien incluso reside en ellos, pese a que carecen de licencia municipal de primera ocupación. «El permiso afecta a todo el proyecto y no lo daremos hasta que se entregue la obra en su conjunto», explica el edil de Urbanismo José Luis Landaburu.
Suspensión de pagos
Una incómoda situación para quienes se han dejado sus ahorros en un piso de empaque, pero mejor que la que soportan sus compañeros de la torre ´A´. La construcción de esta última ni siquiera ha finalizado y los afectados ignoran aún cuándo acabará. Entre lamentos, soportan «más de un año de retraso» en la entrega de sus casas, decepción a la que suman la incertidumbre generada ante un concurso de acreedores que podría derivar en nuevas demoras.
Adreilu reconoce las discrepancias con la constructora y unas tardanzas que tampoco aclara hasta cuándo se prolongarán, aunque señala que «la situación se les ha explicado con detalle a los propietarios que así lo han solicitado» y recuerda que «no se debe caer en el nerviosismo». Desde la promotora apuntan, incluso, que si la suspensión de pagos se lleva finalmente a cabo «no resultará perjudicial para los vecinos. El juez tomaría entonces las decisiones y nunca acordará algo que vaya en detrimento de los afectados».
Aunque «ajeno a un conflicto entre particulares», el Consistorio de Santurtzi ha tomado parte en defensa de sus ciudadanos. Y es que, además de viviendas, la operación de las Torres del Patronato incluye la urbanización de un pequeño parque público que ahora «está vallado». El edil de Urbanismo ha instado esta misma semana a la promotora a que «cumpla con todos los requisitos para obtener la licencia de primera ocupación», entre los que ha citado la entrada de vehículos de emergencia o el acceso a los portales.
Lo cierto es que el plan arrastra una tortuosa historia. Las obras comenzaron en el verano de 2004, cuando la constructora carecía aún de la licencia municipal. El Ayuntamiento inició entonces un expediente sancionador que no ejecutó hasta dos años después, al hacer efectiva una multa de 5.000 euros. Además, la empresa invadió suelo público al superar la edificación prevista en el estudio de detalle. La corrección se aplicó bajo tierra, con el cierre de 38 parcelas de garaje y 150 trasteros.
Ya en 2008, la actual Corporación exigió la creación de un ascensor urbano, entre el centro de Santurtzi y el barrio de Kabiezes, que debía ejecutar la constructora como carga de urbanización. Aunque el elevador estaba ya colocado, sumaba dos años de retraso en su puesta en funcionamiento. El último conflicto afectó a la entrada de los garajes de las torres, que atravesaba subsuelo público. El Consistorio permutó el terreno a cambio de otra parcela más céntrica y 15.000 euros.
Enviado el sdo, 28 de febrero a las 10:06:18 por samanta31
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